Muchos de los problemas de familia, que afectan a los hijos directamente, tienen su origen en los problemas de pareja. Después de un inicio idílico, donde todo era amor, de repente las mismas personas antes enamoradas no se ven ni se quieren como en el inicio de la relación. El enamoramiento no dura para siempre, y para que una relación de pareja perdure hay que dedicarle tiempo y algo más que el simple deseo de que la relación funcione. Algo evidente pero que a veces se nos olvida. Si comparamos la dedicación que ponemos en nuestro trabajo y la que ponemos a nuestra relación nos daremos cuenta de que ni siquiera planificamos conscientemente qué cosas hacemos para que el amor de pareja no se deteriore. Simplemente creemos que por el hecho de haber estado una vez enamorados la cosa funcionará por encima de los años de convivencia, de la rutina, de la distribución de tareas domésticas y de las dificultades que todo ello conlleva.
Indagando por sobre el tema me llama la atención saber que algunas de nosotras elegimos pareja no para amarla y compartir una vida con ella sino por que esa persona en cuestión nos acepta con nuestros «defectos». Parece ser que buscamos aceptación y huimos de la crítica.
En la raíz de esos problemas conyugales se ve que influye mucho el nivel de autoestima de uno o de los dos miembros de la pareja.¿Autoestima? ¿Pareja? ¿Qué relación hay?
Pues bien, para empezar nos vendrá bien saber que:
- Las personas con autoestima baja tienden a relacionarse con personas con el mismo nivel de autoestima. El motivo es porque uno puede llegar a sentirse más cómodo, más comprendido, más como “en casa” si comparte su vida con alguien que parece entender lo que a uno le pasa. Pero dos personas que no se quieren ni a sí mismos no pueden amar a otra persona. No pueden dar un amor que no tienen. Lo que buscan no es amor sino la aprobación de la otra persona. Con lo cual la relación no es sana sino tóxica.
- Detrás de esa búsqueda de aprobación disfrazada de amor existen pensamientos limitantes que hacen creer a esta persona que no es digna de ser amada. En cuanto intenta sentir algo de amor por sí misma le viene a la cabeza frases del tipo «Cómo puede alguien quererme si ni siquiera a mí me gusta cómo soy». Su príncipe azul no será pues quien la ame, sino aquel que la acepte con sus «defectos», con sus «fallos». En el fondo quiere tener a su lado a su pareja no porque la ama sino por lo que él puede hacer por ella. No le interesa una pareja que le de libertad para expresarse tal como es porque no le gusta lo que ella es. Se conforma con encontrar a alguien que no la critique, que no le haga daño.
- Algunas veces utilizará su fachada para hacer creer a los demás que es una persona segura de sí misma, para impresionar. Pero por dentro no tiene nada para dar, tras cerrar la puerta de su habitación sentirá el vacío, la soledad de esa persona que no se quiere a sí misma, que no le gusta estar a solas consigo misma, porque odia lo que es.
- En su búsqueda de aprobación incesante a lo mejor encuentre a alguien que ve otra cosa totalmente distinta a su propia percepción, alguien que intentará por todos los medios hacerle ver que ella es preciosa, que es valiosa, que es increíble pero como nada de lo que diga concordará con lo que ella siente por sí misma empezará el auto sabotaje . Esos halagos, en lugar de alegrarla, la llenarán de rabia porque no le gusta que insistan que ella es una persona valiosa y guapa. Entonces empezará a despreciar a aquella persona por querer a alguien que para ella no tiene valor aunque ese alguien sea ella misma.
- Al final se convencerá que ella está en este mundo para sufrir y como está segura de ello se las arreglará para relacionarse con personas que la rechacen o la abandonen haciendo todo lo posible por cumplir esa profecía de si misma: que no es digna de ser amada, de ser respetada, de ser feliz. O preferirá abandonar antes que la abandonen. Pero tanto da porque el resultado será el mismo, quedarse sola. Para conseguirlo puede llegar a ser una persona dominante, inflexible, posesiva, una persona obsesionada por el control y la subordinación del otro; será y hará todo lo que haga falta para que la otra persona se canse, desista, deje de quererla y cuando eso pase ella lo rechazará culpándole de su falta de amor.
Tener una baja autoestima hace que actuemos de manera autodestructiva.
¿Por qué una persona llega a tener una baja autoestima?
La mayoría de veces tiene su origen en la infancia, donde las experiencias han dejado heridas que siguen abiertas. Experiencias que han dado paso a una vida vulnerable, insegura. Posiblemente la causa de esa baja autoestima sea el haberse criado con personas que le hayan echado la culpa de la separación de su familia. Quizás su infancia estuvo llena de mensajes como “si no hubieras dado tantos problemas a lo mejor tu padre no se hubiera ido”. Y por eso sin saber cómo sus relaciones terminan con un abandono, o la dejan o ella deja. Porque en el fondo cree que nadie la querrá, que nunca será feliz. A mi madre no le fue bien, recordará ¿que me lleva a creer que yo puedo ser feliz? Y el sabotaje a sí misma empezará una y otra vez.
¿ Alguna vez pensaste que los problemas de pareja podían tener su origen en la baja autoestima? ¿Qué piensas?
¡ Me encantará leerte en los comentarios!
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