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Hoy te hablo sobre el acoso escolar conocido también como bullying: qué es, cómo prevenir que tu hijo sea acosado o acosador y qué hacer si en la escuela es víctima de bullying.
El que acosen e intimiden a un adolescente o a un preadolescente puede sucederle a cualquiera. Los datos recogidos sobre el acoso escolar en el mundo del año 2018 son terribles:
- En México 7 de cada 10 estudiantes son acosados.
- En EEUU 6 de cada 10 estudiantes son acosados, en especial los hijos de familias latinas. Incluso a nivel universitario el acoso persiste a través de las famosas novatadas.
- En China 6 de cada 10 estudiantes son acosados, en especial los que viven en situación de pobreza.
El acoso escolar campa impune en las escuelas e incluso universidades
- 9 de 10 casos de bullying suceden dentro de las paredes de una escuela.
- 9 de cada 10 niños/adolescentes con discapacidad son acosados en la escuela.
- 5 de cada 10 niños entre 8 y 10 años ha sufrido bullying al menos una vez.
- 8 de cada 10 niños/adolescentes víctimas de bullying no dicen nada a sus maestros ni a sus padres.
- 6 de cada 10 bullies o acosadores/as tendrán al menos un incidente delictivo en la edad adulta.
- 9 de cada 10 estudiantes homosexuales son molestados por su orientación sexual.
¿Qué está pasando?
Parece que no todo el mundo tiene claro qué es el acoso escolar. Por eso primero vamos a definirlo para que puedas ayudar a tu hijo a reconocer si es víctima de bullying o es una persona que acosa.
¿Qué acoso escolar o bullying?
Se considera acoso cuando las palabras o acciones se usan repetidamente para dañar el bienestar de alguien.
Si bien hay ocasiones en que accidentalmente podemos decir o hacer cosas que le sientan mal a alguien, es importante entender que el acoso es un comportamiento deliberado. Es decir, se molesta e intimida a posta.
Se hace a propósito para hacer que una persona se sienta intimidada, amenazada o impotente.
Desafortunadamente, el acoso de adolescentes puede ser común, especialmente en la escuela. Pero puede ocurrir en casi cualquier lugar, en la universidad, en casa y a través de las redes sociales, en Internet.
Qué conductas se consideran como acoso escolar
La intimidación puede ser algo más que simples miradas desagradables y burlas, que ya es acoso escolar, aunque muchos adolescentes todavía consideran que no lo es.
Hay muchas otras formas de acoso como:
- Insultar,
- difundir rumores o mentiras sobre alguien,
- intimidar físicamente,
- acosar por su orientación sexual, por su religión, por su raza, por su género o por su discapacidad.
El objetivo del acoso es elegir una persona para que se sienta sola o diferente.
¿Cómo se siente un estudiante que es acosado?
Si un adolescente o niño/a está siendo acosado puede sentirse:
- Solo e indefenso.
- Inseguro y asustado.
- Culpable, a menudo, culpándose a sí mismo por la intimidación que padece.
- Estresado y ansioso.
- Triste o deprimido.
10 pautas para ayudar a tu hijo si es víctima de acoso escolar
Si tu hijo está siendo acosado debes tomar medidas pero nunca recomiendes a tu hijo que solucione dándole una paliza a su acosador. Eso solo creará más tensión y mayores problemas.
Si tu hijo/a adolescente es víctima de acoso escolar, es importante:
1.Mantén la calma, no reacciones exageradamente. Puede sentir que sus problemas son una carga más para la familia y puede tratar de minimizar lo que le pasa.
2. Hazle saber que no es su culpa, que tú estás allí para ayudarlo y que harás todo lo posible para parar esa situación.
3. Habla abiertamente con tu hijo para obtener más información sobre lo que está sucediendo para ayudarle a comprender qué conductas se consideran acoso.
4. Pregúntale sobre cómo ha ido haciendo frente a esa situación en la escuela. ¿Cómo se siente cuando lo acosan? ¿cómo reacciona? Esto le ayudará a etiquetar sus propias emociones y a desarrollar la autoconciencia. Hablar le ayuda a gestionar sus emociones y a empoderarse. Esta conversación puede ser muy dolorosa. Necesitarás calma para acompañar a tu hijo en esta terrible experiencia para que una vez sepas qué está pasando tracen un plan de actuación.
5. No se te ocurra querer arreglarlo tú sola sin tener en cuenta a tu hijo ni sus sentimientos. Habla con él primero.
6.Haz un plan de acción, conjuntamentecon tu hijo adolescente para definir cómo hará frente al acoso:
- Confecciona una lista de amigos y compañeros de confianza a quienes puede acudir si vuelven a acosarlo.
- Confecciona una lista de los profesores/as a a quienes tiene confianza para pedir ayuda si vuelve a ocurrir.
- Acordar sobre cómo reaccionará si alguien vuelve a molestarlo. ¿Pondrá límites él/ella misma?¿Avisará inmediatamente a los profesores? Si ocurre fuera de la escuela ¿pedirá ayuda? ¿a quién?
7. Habla con él sobre los posibles escenarios dónde puede ocurrir el acoso y qué hará (el patio, los baños, detrás de las puertas, en las gradas, en los pasillos, en las taquillas…) ¿Evitará estos sitios? ¿Se avisará a los profesores/as sobre estos sitios para que estén al tanto?
8. Pide que activen el Protocolo de Acoso Escolar de la escuela. El problema del acoso escolar es mundial y las instituciones educativas tienen un protocolo que se activa cuando los profesores detectan un caso de acoso. Pero la verdad funciona más cuando la familia pide que se active porque el profesorado no ve lo que le pasa a un adolescente o a un niño si no es por información directa de la familia que ha detectado que algo va mal con su hijo ( calificaciones bajas, malestar físico como dolor de cabeza, de estómago, miedo o rechazo de ir a clases…).
La mayoría de estos abusos se cometen cuando NO hay un profesor/a cerca. Los demás alumnos/as que ven estos casos de acoso aún no están concienciados para avisar o para ayudar a la persona que lo sufre. Miran en silencio.
El protocolo abarca una serie de actuaciones como cambios de horario, de grupo, más supervisión, trabajo emocional y de habilidades sociales con el adolescente/niño afectado, con los acosadores y con el resto de alumnado para trabajar la concientización del acoso escolar. Te dejo un enlace del protocolo de actuación que se usa en las escuelas de la Comunidad de Madrid,España.
9. Pide una copia del protocolo que tiene la escuela de tu hijo y habla con el director. Plantéale tus dudas sobre su activación y sobre todo cómo seguirán el caso. Las escuelas tienen políticas contra el acoso y están obligadas a responder a los incidentes de acoso escolar.
10. Ayuda a tu hijo a desarrollar algunas habilidades esenciales de resolución de conflictos. Sin embargo, en algunas circunstancias, simplemente no es seguro que tu hijo adolescente lo maneje por su cuenta porque la persona que le acosa puede que no esté interesada en cambiar su comportamiento. Si ese es el caso y la intimidación es grave o ha estado ocurriendo durante mucho tiempo, además de pedir que se active el protocolo contra el acoso escolar de la escuela de tu hijo, involucra a otros padres y a las autoridades educativas si es necesario.
Como sociedad aún nos falta humanizarnos. Si no toleramos la intimidación en el trabajo, en nuestra familia, nuestros adolescentes y niños no deberían tener que soportar el acoso en la escuela.
4 Estrategias de inteligencia emocional que debes enseñar a tu hijo para que no sea víctima de acoso escolar
Para contrarrestar la intimidación, tu hijo necesita una fuerte autoestima y una buena red de apoyo. Tienes un episodio disponible sobre por qué es importante que tu hijo tenga una autoestima positiva y cómo puedes ayudarle.
Las estrategias que te explico a continuación ayudarán a tu hijo a tener una mayor autoconsciencia y más capacidad de gestión de sus emociones y pensamientos. Así mismo, le ayudará a desarrollar su inteligencia social que implica aumentar su sensibilidad hacia cómo se sienten las demás personas y su capacidad para fomentar y manejar las relaciones de manera sana. Te dejo el enlace donde hablo sobre por qué debes ser empática con tu hijo, para que él/ella también sea empático con las demás personas, y no acepte ser maltratado ni maltratar.
Céntrate en estas 4 estrategias:
- Reducir las emociones negativas, ayudándole a replantear una situación problemática desde una perspectiva más amplia y evitar que salte a una conclusión negativa de inmediato. Puede que te diga que nadie le quiere. Que todos le odian. Que a nadie le importa. Que nadie quiere ser su amigo. Cuando oigas que tu hijo usa las palabras, nadie, todos, siempre, pregúntale ¿siempre? ¿todos? ¿nunca? ¿puedes recordar alguna ocasión que no fue así? ¿puedes mencionar a alguien que no lo vea así? Estas preguntas le ayudaran a relativizar y a ver que no todos están en contra de él sino que hay gente que está dispuesta a ayudarle.
- Ayudándole a ser asertivo para que exprese sus emociones y pensamientos sin herir a los demás pero haciéndoles saber que tampoco aceptará que lo maltraten. Un buen enfoque para enseñarles la técnica XYZ de comunicación asertiva de Haim Ginnot donde X representa el problema, Y el sentimiento que experimentas cuando surge el problema, Z la propuesta de solución que das y R la consecuencia o compromiso (este último añadido por algunos especialistas en caso de querer subrayar la consecuencia).
- Te pongo un ejemplo para que tu hijo ponga límites de manera asertiva si se burlan de él por cualquier cosa (peso, tamaño, religión, raza…).
Imagina que esta conversación:
Un chico de acerca a tu hijo y le dice, «¿Te has dado un golpe en la boca?»
Tu hijo le contesta, «no, ¿por qué?».
A lo que en son de burla el otro contesta alto para que los demás chicos se rían «por qué tienes todos los dientes torcidos y feos».
La fórmula para poner límites de manera asertiva en este caso sería más o menos así:
– (X) Cuando te burlas de mis dientes (problema),
– (Y) me siento mal (sentimiento),
– (Z) me gustaría, que si quieres reír, busques otra manera de pasarlo bien que no sea burlándote de los demás ni de mí porque lastimas a la gente (propuesta de solución),
– (R) y si continúas molestando, no me dejas más opción que denunciar a dirección que me estás acosando (consecuencia/compromiso).
3. Ayuda a tu hijo a aprender a mantener la calma en situaciones difíciles y a manejar el estrés. Como controlar la respiración, beber agua para calmarse, recordar que todo tiene solución y que lo que está pasando es temporal y que los profesores y las familias no permitirán que nadie sufra acoso.
4. Puedes ayudar a tu hijo a aprender habilidades de inteligencia emocional como la empatía ( que es percibir y comprender los sentimientos / emociones de los demás) de la siguiente manera:
- Habla abierta y regularmente sobre sentimientos en situaciones de la vida real o ejemplos en programas de televisión, películas, etcétera sobre el acoso. Te dejo el enlace de un espectacular video sobre el acoso escolar. Da mucho para hablar y reflexionar sobre el tema y aunque esté en catalán se ve claramente cómo actúan los acosadores y cómo se siente la víctima.
- Te recomiendo también la película Wonder basada en un bestseller sobre el acoso escolar. Te dejo también el enlace al libro Wonder de R. J. Palacios , un libro que toda madre debería regalar a su hijo. Es de fácil lectura y muy bien escrito.
- Entrena la lectura de la comunicación no verbal y pregúntale qué cree que sienten, a partir de la observación de las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz de las personas que observa. ¿Qué emoción expresan: miedo, rabia, enfado, aburrimiento…? ¿Por qué pueden estar sintiéndose así? Reconocer los sentimientos de los demás le ayudará a tu hijo a pensar y a comprender la lucha que a veces libra cada adolescente o niño en su día a día.
- Préstale toda tu atención a tu hijo. Esto modelará los comportamientos adecuados para que a su vez tu hijo aprenda a relacionarse con otras personas.
- Escucha activamente a tu hijo para que él también sepa escuchar a los demás.
El adolescente que se lleva bien con los demás a menudo es aquel que puede expresar sus emociones de manera apropiada, mantener el control sobre sí mismo y sobre su comportamiento hacia los demás.
Estas cualidades también le ayuda a comprender y responder a la intimidación de manera más constructiva y le ayuda a desarrollar redes de amigos que le brindarán apoyo social.
4 razones por las que un adolescente acosa a otros estudiantes
Hay muchos factores que pueden influir en una persona para que intimide y acose a otras.
Algunas razones comunes son:
1. Querer sentirse poderoso y en control para hacer frente a la infelicidad o la ira
Como el caso de un adolescente que era gay, y que todo el mundo lo veía pero él lo negaba y prefería mostrarse como el fuerte e imponente en clase. Era un compañero de una de mis hijas. Ella cuando veía que él trataba mal a otras personas le intentaba hacer ver que estaba mal lo que estaba haciendo. El último año de secundaria, cuando se aceptó a sí mismo tal y como era, salió del armario. Esa confesión le liberó. Ya no tenía la necesidad de ser sarcástico, ni molestar, ni hacerse el «chulo» para ganar admiración o ser aceptado.
2. Por presión de los pares, de las personas que conforman su círculo de amistades
Yo me enteré años después y te lo cuento para que estés atenta y puedas prevenir situaciones de acoso escolar, como el que le pasó a mi hija.
Mi hija acosó a una adolescente que no le caía mal y que consideraba buena persona pero el deseo de pertenecer a ese grupo de chicos y chicas que admiraba era tan grande que aceptó hacer lo que le pidieron sin pensar si estaba bien o no.
Yo de esto me acabo de enterar y fue a raíz de las preguntas que les hice sobre el acoso para grabar este episodio y pregunté con la inocente seguridad de que ellas no habían sido acosadas nunca y por supuesto que nunca habían acosado a nadie.
¡Inocente de mí!
Cuando pasó esto mi hija tenía 15 años y no tenía amigos porque era nueva en ese colegio. Quería pertenecer a un grupo de chicos y chicas que parecía que eran los más populares. Ella comenzó a frecuentar ese grupo y veía cómo se burlaban de una adolescente a la que le costaba caminar, llamándole descaradamente «la coja».
Le pidieron a mi hija, que tenía la taquilla encima de la de esta niña, que le hiciese caer los libros en su cabeza cuando la otra niña sacaba sus cosas de su taquilla.
Mi hija lo hizo. Su deseo de pertenecer a ese grupo la empujó a cometer ese acto infame que iba en contra de nuestros valores familiares.
Hace unos días cuando me lo explicó, volvió a recordar el mal rato que pasó. Me dijo textualmente «al rato de dejar caer los libros me sentí muy mal. Pensé en ella mientras los demás se reían a lo lejos. Me dolió verla indefensa. Me dolió verla tan buena que pensó que se me cayeron los libros sin querer y ni siquiera pensó mal de mí. Ese día me prometí no volver a hacerle daño a nadie nunca. Yo no era así, yo no era una mala persona».
Yo le pregunté si no se planteó si estaba bien o mal lo que hizo antes de hacerlo. Me dijo que cuando se lo dijeron no se planteó nada, solo vio que si lo hacía ganaría su ticket de entrada al grupo al que quería pertenecer. Ganaría su admiración.
Te lo cuento porque es importante que tu hijo sepa que su deseo de pertenecer a un grupo que admira puede empujarle a hacer cosas que no son propias de él o ella. Es importante que hables sobre los valores que le has inculcado a tu hijo y que son la base para que tu hijo/a pueda pasar las pruebas de la presión de grupo.
Mi hija pasó muchos días martirizándose en silencio sobre cómo fue capaz de prestarse a semejante acto infame. Nunca nos contó nada. Tampoco nosotros hablábamos sobre el acoso porque creíamos inocentemente que todo iba bien.
Sigamos.
3. Por carecer de empatía
Algunos adolescentes que acosan no se sienten mal, ni tienen la capacidad para ponerse en el lugar del otro y ver que lo que están haciendo es doloroso para la otra persona.
La empatía, como comenté en otro episodio, es un aprendizaje, una habilidad que tu hijo aprende y entrena tomándote como ejemplo a ti y a las personas que conviven con él.
El acosador es víctima de ese hogar hostil donde no hay comprensión y dónde se domina al hijo con la mirada. Donde no se habla, sino se grita. Donde nadie opina, sino se obedece.
Parece pues una consecuencia natural que alguien que no es tratado como una persona en su propio hogar, trate de la misma manera a sus compañeros en la escuela.
Por eso es muy importante que seas empática con tu hijo. Te dejo el enlace del episodio donde hablo de por qué es importante que tu hijo desarrolle su empatía y cómo puedes ayudarle.
4. Para hacer frente a problemas de baja autoestima y falta de confianza
Desde los 9 hasta los 19 años aproximadamente, una persona que no se valora, no confías en sus propias capacidades, tiene miedo de mostrarse tal y como es por miedo al rechazo, puede que sienta ira y rabia porque siente que la vida es injusta con ella. Ese sentimiento de impotencia empuja a muchos adolescentes a hacerles pasar un mal rato a otras personas.
Una persona con una buena autoestima no le hace la vida imposible a otras personas. Por eso es importante que ayudes a tu hijo a tener una autoestima positiva y no acabe siendo un acosador.
Como ves, las motivaciones detrás del comportamiento de acoso a menudo pueden ser difíciles de identificar. A veces puede ser la combinación de muchos factores, por lo que es mejor mantener la mente abierta cuando se trata de entender por qué una persona podría estar acosando.
Puede que sea un acosador por falta de empatía ya que le cuesta ver el dolor que causa a otras personas y tú puedes prevenir que tu hijo sea un acosador enseñándole empatía siendo empática con tu hijo. Aceptando amorosamente sus sentimientos. Dándole voz. Escuchándole.
Puede que sea un acosador porque tiene baja autoestima y si quieres prevenir, tú puedes ayudarle a tu hijo a construir una autoestima positiva pasando tiempo de calidad con tu hijo/a. Ayudándole a reconocer sus fortalezas. Ayudándole a seguir intentando cuando piensa que no es capaz de hacer algo. Celebrar con tu hijo sus logros. Tratando a tu hijo como una persona valiosa.
Puede que sea un acosador por la necesidad de pertenecer a un grupo de amistades y tú puedes ayudarle a reconocer que él/ella tiene que elegir un grupo que honre sus propios valores como el respeto, la solidaridad, la confianza y que hay personas que le obligarán a hacer cosas que no son propias de él/ella y que tiene que estar preparado para decir que NO cuando llegue el momento de la prueba.
Puede que sea un acosador porque tiene una vida muy difícil. Esa infelicidad, esos problemas, esa tensión que tiene origen en su familia, le genera un estado emocional violento y agresivo y ¿quiénes pagan? las víctimas de acoso escolar. En esto tú también puede ayudar a tu hijo haciendo lo que esté en tus manos para que tu hogar transpire seguridad, alegría, inspiración, confianza, respeto, alegría, diversión, comprensión.
Es importante saber las razones por las que un adolescente puede ser un acosador para que estés al tanto y le ayudes a tu hijo a desarrollar sus habilidades emocionales y poco a poco, familia a familia, podamos dejar de hablar del acoso como un episodio común en la vida de nuestros hijos.
Años después me enteré que mis hijas habían sido víctimas de acoso escolar. ¡Que no te pase a ti! ¡Habla con tu hijo/a!
Para hacer este episodio recurrí a mis dos grandes maestras, mis hijas.
Me sentí muy mal al saber que ellas habían sufrido acoso y yo ni siquiera me había dado cuenta.
Las estadísticas, que te indiqué al principio, confirmaron que ellas en un momento de su vida iban a ser víctimas de acoso.
Las agresiones que sufrieron fueron burlas e intimidación.
A una de ellas le decían la “Sinpa” haciendo referencia a los hijos e hijas de las familias que migran, como es nuestro caso, de Sudamérica a España y que no tienen el permiso de residencia y trabajo y por lo tanto viven “ilegalmente en España”. Fue el caso de nuestra familia ya que los primeros años por temas administrativos no teníamos papeles para vivir ni trabajar en España.
Las estadísticas dicen que hay más probabilidades de que acosen a tu hijo si es hijo de migrantes, si tiene alguna discapacidad, si tiene baja autoestima, si nadie se ocupa de él y siempre está solo.
Cuando mi hija me contó que la llamaban la “Sinpa o Sudaca” le pregunté si se lo dijo a sus profesores. Me dijo que no porque al principio no sabía qué significaba “Sinpa”. Ella no sabía de historias de permisos de trabajo y demás. Supongo que los niños que la molestaban lo oían de sus padres. Pero además me dijo que pensaba que sus profesores no la entenderían.
Le pregunté por qué no nos dijo nada a nosotros. Me dijo que se dio cuenta de nuestra situación ilegal, es conocimiento ya era un peso para ella y no quería añadir otra preocupación más.
¡Con 11 añitos aguantado! Se me parte el alma.
Le pregunté qué hacía cuando la molestaban. Me dijo que pasaba. Que hacía que no les escuchaba o no se sentía aludida. Dijo que tuvo la suerte de tener como amiga a una niña que les decía a los demás que no se pasen, que lo que estaban haciendo estaba mal.
Cuando llegó a la universidad pensó que ya no vería ni sufriría casos de acoso pero aún en la universidad vio como a los estudiantes les parecía normal hablar mal de alguien, burlarse de frente, humillar.
Este fue el caso de la delegada del primer año de la universidad. Mi hija cuando habló conmigo al respecto estaba muy indignada porque parecía que nadie quería darse cuenta del acoso que estaba sufriendo la delegada por parte de un grupo de chicos y chicas.
Mi hija habló con ella para preguntarle si se sentía bien y ella le dijo que sí, que no se preocupara, que los demás solo querían pasarlo bien y a ella no le importaba.
Las cosas que me explicó eran situaciones claramente de acoso. Se burlaban de ella, la imitaban, hasta le grabaron un video dónde, como niños pequeños, se pasaban de mano en mano la chaqueta de esta chica que ella intentaba recuperar.
Mi hija no sabía qué hacer. El acoso era muy descarado. Pero nadie quería reconocerlo, ni los acosadores, ni la acosada.
El detonante fue ese video, que fue motivo de risas y comentarios humillantes en el grupo de whatssap de la clase y mi hija no pudo más. Que se rían de lo que quieran, pero no podían humillar a una persona así. Los acosadores dijeron que si la acosada no decía nada era porque consideraba que ellos no estaban haciendo algo malo. La chica nunca se atrevió a decir nada.
Mi hija les dijo que burlarse era acosar. Que faltar el respeto a alguien deliberadamente era acosar. Ignorar, hacerle el vacío a una persona era acosar.
La chica no dijo nada en esa lucha de comentarios. Pero las burlas pararon. Semanas después esta chica le dio las gracias a mi hija.
Mi hija aún se sorprende de que en las universidades exista gente que acose. Eso demuestra que aún como sociedad nos falta humanizarnos. Sentir empatía por las demás personas. Tratarlas con respeto.
Mi otra hija me comentó que con ella se metieron un par de veces.
Un día un chico le dijo “¿Que ha pasado con tu cara, te dieron un puñetazo?” Ella le dijo “no ¿por qué?”. El chico con burla le contestó “”porque tienes todos los dientes torcidos”.
Durante mucho tiempo ese fue el martirio silencioso de mi hija. No quería sonreír. Ahora cuando lo recuerda se sorprende de lo cruel que pueden ser algunos adolescentes y que lo que para ellos es un motivo de risa para la persona acosada es un acontecimiento que puede marcar su vida.
Me explicó también que molestaban a su amigo porque era gay. Le llamaban maricón y otras cosas. Cuando pasaba eso no avisaban a los profesores sino que se defendían insultándolos también.
Le pregunté si se había sentido alguna vez indefensa y me dijo que no. Que se sentía con la fuerza como para poder defenderse si alguien se metía con ella. En realidad, me dijo, se hacía la fuerte pero cuando llegaba a casa se miraba al espejo y la máscara de autoestima alta se venía abajo. Pese a eso reconoce que al menos ella tenía la fuerza para defenderse si hacía falta. Pero le daba mucha pena los chicos que iban solos porque veía como los acosadores se hacían amigos de ellos solo para burlarse.
Le pregunté qué hacían los profesores y me dijo que les daba igual. Que no hacían nada. Que muchas veces se burlaron de alguien delante del profesor y que el profesor de turno nunca dijo nada. Ni una llamada de atención. Ni mandarlos a dirección. Ni reflexionar en clase sobre si este comportamiento es adecuado. Ni trabajar la empatía. Nada.
El acoso de los chicos hacia las chicas era más descarado aún. Los chicos tenían su clasificación de chicas guapas y feas y no tenían ningún reparo en burlarse de las que ellos consideraban menos atractivas. Se burlaban de su peso, su tamaño, su cara…
Conclusión
Ningún niño o adolescente debería sufrir acoso. Ninguna persona debería sentirse intimidada ni humillada. Ninguna persona debería sentirse agredida verbal, física ni emocionalmente.
Todas las personas tenemos la obligación de luchar en contra del acoso escolar.
Por eso es muy importante que ayudes a tu hijo para que no sea víctima de acoso ni acosador. Tú hijo/a necesita que le ayudes a:
- Tener una autoestima positiva para que tenga la fuerza necesaria para denunciar y defenderse de los acosadores.
- Desarrollar estrategias de resolución de conflictos.
- Decir lo que piensa y defender sus derechos.
- Tener empatía para no prestarse a hacerle daño a nadie.
- Compartir sus vivencias contigo y para eso tú debes construir una buena relación con tu hijo para que hable contigo y te escuche cuando tú le hables.
Y por favor, tú que has llegado hasta el final, haz que tu tiempo cuente y habla con tu hijo sobre este tema.
Puedes empezar mirando juntos este video:
Puedes ver la películaWonder en familia y conversar al respecto:
Y ya sabes, tu opinión es muy importante y por eso me gustaría que dejarás un comentario sobre ¿qué es lo que más te ha llamado la atención del tema acoso escolar?
Te leo en los comentarios.
¡Feliz semana!
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