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Hoy hablo sobre el caso de una mamá que no sabe cómo ayudar a su hija de 4 años que durante el último mes ha estado portándose de manera agresiva (no hace caso, llora, se frustra, insulta y hasta pega). ¿A qué se debe ese cambio de conducta? ¿Fue siempre una nena de conducta difícil? ¿Son lo celos por su hermana recién nacida que la impulsan a comportarse así?
Comparto contigo la consulta.
Hola Ruth
Estoy buscando una orientación con mi hija de 4 años. La llegada de su hermana pequeña la ha descolocado.
Sé que es normal que ella se sienta destronada, por eso lo estoy intentando todo. Paso ratos sola con ella, intento pasar tiempo con las dos para que ella me ayude con su hermana, con las tareas de casa, pero no veo mejora.
Se enfada enseguida, tiene mucha rabia y hasta tira cosas y da golpes. Cuando pasa eso he conseguido que se siente en su habitación, respire y cuando esté tranquila venga a hablar.
Intento hablar en todo momento de todo, que me explique lo que está haciendo.
Ella tiene un carácter muy potente desde siempre, pero últimamente manda mucho, en la escuela también y me habla muy mal.
Nuestro vocabulario en casa es correcto y no me dirijo a ella de malas maneras, no sé … Está teniendo unas conductas que no me gusta, me pega y todo.
Estoy un poco desesperada porque mi madre me dice que la tengo muuuy consentida, que le hago mucho caso y que estoy muy pendiente de ella. Pero es una niña muy demandante, que llama mucho la atención y me gusta estar con ella.
Pero ya te digo que últimamente lo lleva fatal y ya no sé cómo actuar. Tema hermanos tiene celos, es terca, exigente, egoísta y sobre todo no le gusta compartir nunca pero nunca … y lo he trabajado mucho.
He ido a charlas sobre disciplina positiva y le pido las cosas utilizando la frase “¿qué te parece?” en lugar de imponer, le hago preguntas en vez de dejarle elegir, me avanzo a los posibles caos, tiene restringidas las chuches y las cosas con azúcar (porque se transforma y parece otra).
¿Un caso así requiere sesiones individuales con ella?
Necesito ayuda para corregir las conductas que no quiero que vayan a más.
Cuando está bien es una nena increíble, lista, cariñosa, curiosa, imaginativa, risueña, pero parece que este último mes está enfadada con el mundo y todo es un drama.
Orientaciones educativas
He estado estudiando el caso y he intercambiado unos cuantos correos con esta mamá para recabar más información.
Aunque su mamá destaca que la nena siempre tuvo un carácter potente desde pequeña, no podemos asegurar que sea una nena con dificultades para regular su conducta ya que necesitaríamos un informe detallado desde su embarazo hasta ahora. No obstante podemos trabajar con ella como si lo fuese. Es decir contemplar en las orientaciones, que voy a compartir hoy, pautas para reconducir la conducta de una nena con carácter difícil y a que además se siente destronada con la llegada de su hermana.
No es difícil Imaginar cómo tiene que sentirse una nena que se irrita fácilmente por cualquier cosa y que ahora tiene que aceptar la llegada de su hermana sin tener el espacio ni el acompañamiento para que pueda canalizar esa situación que amenaza su mundo. Cuando digo que no tiene el espacio ni acompañamiento me refiero a que hasta ahora la mamá cada vez que la nena expresaba su malestar (gritaba, se tiraba al suelo, se negaba a colaborar, insultaba o pegaba…) la mandaba a tranquilizarse sola en su habitación. El mensaje que recibía es “lo que sientes está mal, ve a tranquilizarte y luego hablamos”.
La mamá explica que la nena tiene celos, es terca, exigente, egoísta y sobre todo que no le gusta compartir nunca pero nunca.
Que tenga celos es normal y no compartir es una manera de mantener intacto su mundo, que ahora está cambiando con la llegada de su hermana, con lo que es normal que se resista a compartir. Es normal incluso que sea más demandante ya que quiere controlar que nada más cambie. Es su manera de resistirse al cambio..
¿Entonces qué hacemos cuando una nena se porta mal porque está celosa de su hermana?
Aunque estamos describiendo más la conducta de la nena es necesario que como madre o padre sepas que cuando un niño/a se porta mal toda la familia necesita orientación, no solo el niño.
Te explico por qué.
Por experiencia puedo decir que los problemas de conducta de los niños pocas veces son cien por cien atribuibles al niño. La dinámica familiar suele potenciar, destapar, alimentar esas conductas que preocupan a las familias.
En la escuela muchas veces cuando evaluamos a los niños coincidimos en que si ese niño o niña formara parte de otra familia no tendría los problemas de conducta que tiene. Su conducta es la expresión de los problemas y presiones que tiene que aguantar cada día y cuando no puede más explota, explota en la escuela, en casa, en la calle, en el parque…explota sin que parezca que haya un motivo aparente. Explota porque ha ido tragándose los malos tratos, frustraciones, chillidos, castigos…
Las profes sabemos que si además viene un hermanito de camino ese niño estará más sensible, más irritable, incluso hay niños que hacen una regresión y se empiezan a comportarse como bebés, le quitan el chupete a sus hermano menor, quieren ir en el carrito…. Hasta en sus dibujos se puede apreciar el deseo de volver a ser bebé ya que se dibujan más pequeños o igual que su hermano, incluso hay algunos que se dibujan en la barriga de la mamá. Estas señales nos indican que este niño necesita ayuda para aceptar su nuevo estatus de hermano mayor. Que necesita acompañamiento y comprensión. Que necesita ser partícipe de la experiencia maravillosa de tener hermanos.
13 PAUTAS PARA AYUDAR A TU HIJA A GESTIONAR LOS CELOS Y PREVENIR O RECONDUCIR SU CONDUCTA AGRESIVA
Los sentimientos y emociones que siente un hermano mayor por el nacimiento de su hermano son bastante perturbadores y ambiguos. Es una mezcla de celos, miedo, ilusión, alegría, rabia, frustración, amor…Por eso mismo, el hermano mayor necesita que le ayuden a gestionar esas emociones y no a reprimirlas, cosa que se hace, involuntariamente o por desconocimiento, cuando le decimos a este niño que se calme, que espere, que no ve que estás ocupada, que ya es grande, etc.
Como dije antes si esperas que tu niño adore al bebé cómo lo haces tú no estás siendo realista con tus expectativas. Su mundo está cambiando y necesitará un tiempo para aceptar este cambio y nuestro trabajo es hacerle ver que los cambios son para mejor.
Además si resulta que tu hijo/a tiene carácter fuerte tendremos que tener el doble de paciencia.
1. Valida sus emociones
¿Qué hacer si comienza a tener rabietas, se enfada, no hace caso, hasta puede llegar a pegar? Lo primero comprender que llegados a este punto ella no está en capacidad de razonar. Así que no sirve de mucho que le expliques por qué no puedes atenderla, por qué no puedes darle chuches, por qué tiene que aceptar sin rechistar que ahora no tienes tiempo para ella, etc.
Ambas están en dos niveles diferentes. Tú en el racional y ella en el emocional. Ten en cuenta que por su edad ella aún no es capaz de gestionar sus emociones con lo que las expresa a través de las rabietas y conductas inapropiadas.
Te recomiendo hablarle desde el mismo nivel emocional. Es decir, que sepa que es normal que experimente emociones como los celos, la rabia, el abandono… Sé más empática con ella.
Ella se sentirá mejor en la medida que aceptes que es normal que ella no sea capaz de estar en “modo” feliz siempre. En la medida que comprendas que está pasando por un periodo de estrés y de cambios.
Acepta sus emociones sin querer apresurarla a que deje de sentir diciéndole que no pasa nada, ignorándola u obligándola a que se ponga contenta, que cambie de cara.
En los momentos más tensos lo que necesita es comprensión y ayuda para gestionar sus emociones. No sirve de mucho mandarla a calmarse sola. Tampoco sirve querer controlar su conducta a base de gritos y amenazas.
Ejemplos de situaciones.
- Imagina que tu nena cansada de ver cómo su hermanita no baja de los brazos de su madre se enfada y reclama “¡solo estas con el bebé y conmigo no!”
- En lugar de decirle que tiene que entender que su hermana aún es un bebé, que ella es grande, que cuando acabe de alimentar a la pequeña estarás con ella…es mejor validar sus sentimientos poniendo en palabras lo que acaba de decir:
- «Entiendo que es difícil, cariño». «Quieres pasar tiempo conmigo». «Debe ser muy difícil esperar a que tu hermana se duerma».
Con la descripción de su estado emocional siente que es comprendida. Siente que es normal sentir rabia, celos. Que no es una mala persona por sentir esas emociones que la incomodan. Habrá veces en que quizás te equivoques en describir lo que siente. A lo mejor no es rabia sino aburrimiento. No te preocupes, la nena te dirá si siente eso o no.
Si le explicas a tu nena la parte difícil de tener un nuevo miembro en la familia, ella no tendrá que enterrar o reprimir su frustración, que es lo que está alimentando su mal comportamiento.
2. Hazle notar lo que NO ha cambiado con la llegada del bebé.
El mundo de un niño está lleno de nuevas experiencias. La llegada de un nuevo hermano es una de las más importantes, pero todos los días, los niños encuentran cosas que no entienden o por las que nunca han pasado. Refuerza las rutinas que tenías con tu hija para que algo de lo que hacían permanezca entre tanto cambio.
Por ejemplo:
- Leele su libro favorito,
- canta su canción especial y
- trata de cumplir con los rituales que puedas mientras se va habituando a la presencia de su hermana (ayudarle a ponerse el pijama, darle un beso antes de dormir, hablar con ella de cómo le ha ido el día…).
Haz que perciba que pese a los cambios existen rutinas que aún permanecen.
Yo no acompañé a mi hija mayor cuando llegó su hermanita. Por desconocimiento, la obligué a aceptar sin darle espacio a expresar sus miedos, sus celos, sus ilusiones, sus deseos, sus frustraciones. Antes de que naciera su hermana yo siempre estaba con ella. Jugaba con ella y solo tenía ojos para ella. Hablaba con ella, reía con ella. Comíamos juntas. La llevaba en mis brazos cuando se cansaba. La llevaba de la mano siempre. Era el centro de atención de sus tíos, de mi madre, de mi abuela.
De repente tuvo que aceptar que las miradas habían cambiado de objetivo. No la miraban a ella como antes sino cómo la hermana mayor. Todo el mundo le decía que seguro que estaba muy contenta por su nueva hermanita, que tiene que cuidarla, vigilarla, darle buen ejemplo, por algo era hermana mayor. Todos le estábamos diciendo lo feliz que debe ser pero nadie se sentó a escucharla, a escuchar sus sentimientos, su rabia, sus celos y no tuvo mas remedio que reprimirlos. ¿Qué más podía hacer con 6 años?
Sin querer yo me había metido en una burbuja con su hermanita menor y dejaba fuera de ella a la mayor. Ahora que miro hacia atrás entiendo lo mal que lo hicimos, por falta de conocimiento.
¿En que derivó esa represión de sus emociones?
En celos crónicos de la mayor hacia la menor, porque para la menor ella es su heroína, es su ídolo. Lo fue siempre. Pero los celos algunas veces no le dejaban ver la adoración de su hermanita hacia ella.
Durante muchos años la mayor siempre reclamó sobre los privilegios de la menor, y aunque objetivamente se le exija lo mismo que a la mayor cuando llegaba a su misma edad yo sentía que nada parecía satisfacerla.
Cómo te digo yo no trabaje los celos y sospecho que viene de ahí ese resentimiento por haber tenido que reprimir sus sentimientos. De no tener a alguien que la escuche sin juzgarla al oirle decir “no la quiero, quiero que se vaya, quiero que me devuelvan a mi mamá y mi papá”. Sospecho que viene de no tener a su lado a sus padres abrazándola con cariño aceptando sus emociones y diciéndoles que la entienden, que es normal tener celos, que es normal sentir rabia y que juntos saldrán adelante porque aunque haya llegado una nueva persona a la familia ella tiene su lugar en ella y tiene todo el amor y comprensión como antes.
Si lo habría hecho sospecho que esa herida estaría cerrada. Y no es que su hermana no quiera a la pequeña, la adora.
Creo que nunca es tarde para decir lo que tenía que haber dicho en su día y quiero dirigirme a mi hija y pedirle disculpas por mi ignorancia, por no tener en cuenta tus sentimientos, por no haberle ofrecido ese espacio para llorar, para hablar. Y aunque no se lo dije en su día quiero decirte que entiendo que sientas que el mundo es injusto contigo, entiendo que te pedí mucho para tu corta edad, entiendo que debió ser muy duro para ti ver cómo se destruía tu mundo sin que tengas derecho a conservar algo de él para llevártelo contigo al nuevo mundo. Entiendo que hayas sentido miedo de ser sustituida, de ser relegada, de ser cambiada, de ser apartada. Nunca te lo dije pero nunca es tarde, jamás deje de quererte ni lo haré jamás, te acompañaré siempre desde donde yo esté, eres única, no te lo dije en su momento pero te lo digo ahora, eres única y mi amor por ti no cambió cuando nació tu hermana ni cambiará jamás.
3. No trates de presionar a tu hija para que se haga amiga de su hermana.
Cuanto menos insistente seas en que ella se preocupe por su hermana o actúe como una «buena hermana mayor», más espacio tendrá para querer a su hermanita de manera natural.
4. Ofrécele la oportunidad de estar a solas contigo y su papá, y uno a uno.
Llévala a caminar o hacer un recado sin el bebé. Eso le recuerda que parte de la rutina, previa a la llegada de su hermana, permanece y eso la reconforta. Se sentirá segura y esa seguridad le ayudará a olvidar su necesidad de controlar a las personas de su entorno.
5. Ayúdala a descubrir los beneficios de ser una hermana mayor.
Si bien la mayoría de niños están entusiasmados con la llegada del bebé, pueden descubrir que tener un hermano/a menor no resulta ser tan divertido como imaginaban. Evita decirle que necesita actuar de acuerdo a su edad o ser un buen modelo a seguir para su hermana pequeña. En cambio, resalta la ayuda que ofrece tu hija (habla de manera que ella lo oiga) de lo útil que fue cuando te pasó los pañales o el talco para la bebé, y que su hermanita tiene suerte de tener una hermana en su vida.
6. Pide apoyo a los abuelos, tios, tias…para que pasen tiempo con tu hija.
Si tienes el privilegio de tener familiares que están encantados de pasar tiempo con tus hijas, aprovéchalo. Aprovecha esta ayuda para pasar tiempo contigo misma, para pasar tiempo a solas con tu hija mayor, para pasar tiempo a solas con tu hijas menor, para pasar tiempo a solas con tu pareja.
7. Deja que se desahogue
En ciertos momentos el niño destronado puede tener un episodio de rabietas por algo aparentemente menor, como querer el plátano entero y no a trocitos. En lugar de tratar de explicarle que no pasa nada, que no tiene importancia, ayúdale a expresar los grandes sentimientos que se han activado por la llegada de su hermanita.
Independientemente de por qué está llorando, si tiene la libertad de llorar y es consolada mejor se adaptará.
Sobre todo, sé paciente y permite que tu hija tenga el tiempo y el apoyo amoroso que necesita para manejar las emociones que conlleva adaptarse al cambio en su familia.
Cuando descubra que sus sentimientos pueden ser aceptados y comprendidos con ternura, podrá reconocer la dulzura y la alegría que han llegado con el nacimiento de su hermana.
Seguramente, no siempre podrás ayudarla a desahogarse porque estarás ocupada con la bebé. Si eso pasa, puedes tomarla de la mano y decirle que si quiere llorar que está bien, que si quiere hablar que estás ahí para escucharla.
Invítale a explicar lo que pasó. Parafrasea lo que explique.
Por ejemplo, si es la hora de que su primo que vino de visita se tiene que marchar y ves que ella reacciona mal intentando obligarte a ti a aceptar que se quede más días y se enfada y dice:
- “¡No quiero que mi primo se vaya y si se va, ya no será mi amigo!”.
- “Oh, no quieres que tu primo se vaya”… (y déjala que siga hablando)
- “si se va ya no jugaré con él”.
- “Ya veo, entiendo quieres que se quede más tiempo para poder jugar con él”.
Permitir que exprese sus sentimientos sin juzgarlos ni negarlos le hace sentir segura, aceptada, comprendida y esta percepción de seguridad, de aceptación, de comprensión disminuye su comportamiento impulsivo, impulsado emocionalmente.
Cada vez que tu hija se queja es una oportunidad para ayudarla a gestionar sus emociones. Acepta y reconoce las quejas sobre su hermana sin juzgar, defender, explicar o tratar de solucionar.
Por ejemplo:
- «¡Ella pasa más tiempo contigo que yo!»
- Puedes decirle: “Sientes que tu hermana está más tiempo conmigo que tú. Eso te molesta”.
- «¡No quiero que toque mi muñeca!»
- Puedes decirle “No quieres que tu hermana toque tu muñeca. Ya veo. Tienes sentimientos muy fuertes al respecto”.
- «¡Ella no jugará conmigo!»
- Puedes decirle: “Veo realmente que quieres que tu hermana juegue contigo y parece que ella no.
8. Explícale lo difícil que es ser hermana mayor
Puedes decirle algo parecido a: “Ser un hermana mayor es muy difícil a veces. Es normal enojarse con el bebé o con mamá o papá, sentirse triste, preocuparse o simplemente enojarse y no saber por qué. Si sientes alguna de esas cosas, déjamelo saber. Siempre te entenderé, te amaré y quiero ayudarte”.
9. Habla en primera persona.
Los padres suelen tener el hábito de llamarse a sí mismos «mami» o «papi». La infancia es el momento de cambiar a primera persona para establecer una comunicación más honesta y directa posible.
Los niños pequeños prueban los límites para aclarar las reglas. Si le decimos «Mami no quiere que… tires los juguetes», no estamos interactuando de manera directa. En su lugar puedes decirle “los juguetes no son para tirar, las pelotas sí, podemos ir al parque a jugar con ella”.
10. Establecer la rutina estructurada sobre todo en vacaciones
La mamá comenta que hace un mes que su hija mayor ha empeorado su conducta. Puede deberse a que la rutina diaria de ir a la escuela ha dejado de existir, por estar en vacaciones, y esa incertidumbre de no saber qué hacer también la está afectando.
El no saber qué pasará después de cada cosa pone muy nerviosos a los niños. Y decidir a cada momento del día qué hacer gasta mucha energía mental y produce fatiga.
Te recomiendo que te sientes con ella y confecciones una rutina desde levantarse hasta dormir. Si refuerzas ese horario con imágenes para que que vaya guardando en una cesta cuando ella acabe de hacer una actividad mejor.
11. Ten en cuenta los factores como el cansancio, la sed, el hambre, la falta de sueño porque pueden influir en su conducta.
Si salen a pasear o a realizar cualquier actividad que implique caminar, correr, etc. mejor por la mañana.
Por la tarde actividades pueden realizar actividades más sedentarias ya que si está cansada estará fácilmente irritable por el calor, cansancio, hambre o sed.
12. Organiza juegos donde puede participar su hermana menor
- Una fiesta de baile
- Jugar al escondite
- Jugar con arena
- Jugar con agua
- Plastilina
- Construcciones
13. Acepta que juegue sola
Déjala jugar sola, a algunos niños les calma mentalmente si están concentrados en algo. Tú no tienes que estar entreteniendo a tu hija todo el tiempo. Ella tiene que aprender a utilizar el tiempo consigo misma para centrarse en lo que le interesa sin necesidad de que tú le estés guiando lo que tiene que hacer a continuación. Déjala que explore, que se cuestione, que reflexione y si te pide ayuda no le digas como hacerlo sino ayúdala a pensar cómo puede encontrar la respuesta.
Te recomiendo actividades como:
- Puzzles adecuados a su edad y que los haga sin ayuda.
- Pintar
- Dibujar
- Hacer pulseras
- Construcciones
- Lego
PAUTAS PARA RECONDUCIR UNA CONDUCTA DIFÍCIL
La dificultad de regular la conducta puede ser consecuencia de la falta de límites. Es decir, su conducta es la consecuencia de que el adulto han sido muy complacientes con su hija. Le han dado lo que ha querido, cuando ha querido y como ha querido. Para reeducar esta conducta te recomiendo ponerle límites, de manera sana, sin gritar, ni amenazar, ni castigar, ni mandarla a su habitación. Te enlazo el podcast donde comparto estrategias para poner límites de manera respetuosa.
Si no es problema de límites sino es una dificultad para gestionar su conducta te recomiendo usar el método de las 3 cestas para ayudar a gestionar la conducta de los niños con carácter fuerte.
Este método CPS (Collaborative Problem Solving) ha sido desarrollado por Greene y parte de la idea de que la conducta del niño se debe a un retraso en el desarrollo de habilidades cognitivas concretas. Usando este modelo ayudarás a tu hija a pensar antes de explotar.
Espero que este episodio haya sido útil y si eres una mamá con hijos mayores o adolescentes y crees que no les has acompañado en su etapa de celos aprovecha para hablar con ellos y decirles lo que necesitaban escuchar en su momento
¡Feliz semana!
Bibliografía que recomiendo para trabajar los celos del hermano mayor y la reeducación de la conducta impulsiva.
- Cuento: Cuando Sofía se enoja, se enoja de veras.
- Hermanos, no rivales. ADELE FABER y ELAINE MAZLISH
3. Cómo hablar para que sus hijos le escuchen. ADELE FABER y ELAINE MAZLISH
4. Los niños malos no existen. Disciplina sin vergüenza para los más pequeños. Janet Lansbur.
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