• Skip to primary navigation
  • Skip to content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer

Inteligencia Emocional en Casa

Ideas, consejos, técnicas y estrategias para educar personas maravillosas, personas con inteligencia emocional

  • INICIO
  • ACERCA DE
  • BLOG
  • PODCAST
  • SOBRE MÍ
  • SERVICIOS
  • CONTACTO

¿Engrandeces o empequeñeces a tu hijo cuando le hablas?

escrito por Ruth Zarco Leave a Comment

El pasado verano, acompañé a mis sobrinos a su partido de fútbol. Es muy frecuente ver a los padres ir a las canchas a ver cómo juegan sus hijos.

Aquel día fui muy ilusionada porque quería ver jugar a alguien de mi familia. No soy de las que le apasiona el fútbol de élite. A mi me va más el fútbol donde juega algún familiar.

Fue muy emocionante ver a esos pequeños de 8 y 9 años esforzarse por ganar el partido. En ese tipo de situaciones saco mi lado más forofo, y por eso mismo gritaba a viva voz cuando mi sobrino hacia un buen pase y exageraba un poquito más cuando metía un gol.Ya me ves ahí gritando como loca, animando a mi sobrino.

Al igual que yo había otros padres que también estaban ahí por sus hijos. De hecho me llamó la atención uno que en lugar de animar a su hijo le desanimaba. El padre cada vez que su hijo hacia un mal pase, o fallaba en la defensa, o perdía el balón, le gritaba desde las gradas que qué creía que estaba haciendo. Su tono de voz y lo que decía provocaban incluso en mí un sentimiento de desánimo. Todo lo contrario de lo que su padre quería conseguir.

Algunas veces no sabemos o no nos damos cuenta como nos dirigimos a nuestros hijos y pensamos que diciéndoles todo lo que hacen mal vamos a conseguir animarlos.

El efecto de nuestras críticas y sobre todo vertidas en público les lastiman. Les hacen sentir inútiles. Ellos mismos se ven incapaces de hacerlo mejor porque automáticamente comienzan a protegerse intentando no exponerse más para no ser criticados. Es decir, dejan de intentar hacer las cosas mejor por miedo a ser juzgados.

Se podía leer en la cara de ese niño  la  rabia, desilusión, impotencia, porque él estaba jugando lo mejor que sabía pero no se le estaba valorando, al contrario se le estaba atacando.

Evidentemente, yo no podía hacer nada más que animarlo para que pueda recordar que posee sus propios recursos: su confianza, su ilusión, su fuerza interna. Comencé a animarlo aunque él no me conocía ni yo a él, diciéndole «Venga Alex tú puedes» cuando fallaba un pase , «tranquilo sigue intentando» cuando quería avanzar con el balón y más frases por el estilo. Alex no acabo ese día su mejor partido pero comenzó a arriesgarse más y eso le llevó a jugar mejor lo que quedaba de partido.

Cuantas veces yo habré incurrido en el mismo error. Exigiendo a mis hijas a que lo hagan mejor en lugar de animarlas. Criticando en lugar de ayudarles a mejorar. Centrándome solo en lo que se les daba mal en lugar de ver lo que ya se le daba bien.

Cuanta diferencia hay entre una crítica constructiva y una destructiva. Cuanta diferencia hay entre acompañarlos a descubrir lo mejor de sí mismos a empequeñecerlos con cada crítica.

¿Alguna vez has herido con tus palabras a alguien pensando que le estabas ayudando? O ¿ Te sentiste herido por el comentario de alguien y dejaste de intentar hacer algo?

Cuéntanoslo, me encantará leerte en los comentarios.

Ruth Zarco

Soy madre de dos preciosas adolescentes. Al igual que tú quiero educar desde el amor y el respeto. Mi sueño es que mis hijas puedan ser la mejor versión de sí mismas. Que desarrollen al máximo su potencial. Que sean personas emocionalmente inteligentes y felices.
Acompáñame si deseas potenciar las capacidades de los tuyos.

Previous Post: « Los 3 Pilares Para Gozar De Buena Salud
Next Post: ¿Sabes Lo Que Realmente Es Importante En Tu Vida? »

Reader Interactions

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Primary Sidebar

Footer

Categorías

  • Educación Emocional para adolescentes (24)
  • Educación emocional para bebés (7)
  • Educación Emocional para familias (12)
  • Educación Emocional para niños (28)
  • Educación Emocional para niños preescolares (22)
  • Inteligencia Emocional (39)
  • Podcast (25)

Todos lo derechos reservados Inteligencia Emocional en Casa © 2023

Si sigues navegando por esta web quiere decir que te encuentras a gusto y estás aceptando el uso de cookies propias y ajenas en cumplimiento de la Ley 34/2002 de servicios de la sociedad de la información. Ok Más información
Política de cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR