Con tantas cosas que tenemos que hacer cada día es muy fácil dejar de cuidar de nosotras mismas por estar pendiente de todo y de todos.
Nos dejamos para lo último de lo último y eso no está bien.
¿Te sientes irritada?
¿Baja de energía?
¿Estás con sobrepeso?
Si la respuesta es afirmativa, déjame decirte que te has abandonado.
Has estado priorizando otras actividades a costa de ti, de tu salud, de tu bienestar.
Si me vas a decir que no tienes tiempo para cuidar de ti misma pronto tendrás que buscar a alguien que se ocupe de ti.
¿Quieres verte con sobrepeso? Sigue comiendo mal y a destiempo.
¿Quieres sentirte estresada? Sigue sin parar de una actividad a otra.
¿Quieres estar poco concentrada, aburrida, con un cansancio crónico? Sigue mirando internet, la televisión hasta las tantas y quédate dormida en el sofá.
Observa a tu alrededor, ¿cuáles son los hábitos de la gente que te rodea?, ¿van con prisa, siempre? ¿te dejas llevar por ese ritmo frenético?
A veces, me pregunto hacia dónde corremos. ¿Cuál es el destino?
¿Para qué engullimos la comida y no la disfrutamos?
¿Para qué hacemos visita de médico a nuestros padres?
Para qué hacer muchas cosas pero, a la vez,ninguna bien.
A lo que íbamos, si estás estresada, con sobrepeso, desganada, deprimida, etc. es que has decidido no cuidarte.
¿Quién crees que debe decidir por ti qué debes de comer, qué cantidad, qué tipo de comida, cuánto ejercicio debes hacer, a qué hora debes ir a la cama, etcétera?
Depende solo de ti.
Contesta a las siguientes preguntas pensando profundamente en ti:
1. ¿Cómo te sientes ahora mismo?
2. ¿Qué piensas respecto de tu salud mental y física?
3. ¿Qué quieres conseguir?
4. ¿Qué necesitas para conseguirlo?
5. ¿Qué te hace sentir feliz?
Usa estas preguntas para profundizar en tus deseos más personales.
Te ayudan a ponerle voz a ese yo abandonado y al que no miras por falta de tiempo.
Una vez hayas reconocido tus propias necesidades, es hora de satisfacerlas.
¿Qué hábitos quieres introducir en tu vida para cuidar mejor de ti misma?
El siguiente paso es programar tu rutina.
Asignarle su tiempo. Si no lo contemplas en tu agenda diaria será muy difícil que puedas introducir nuevos hábitos.
HÁBITOS BÁSICOS PARA SENTIRTE MEJOR CONTIGO MISMA
Te dejo una guía de hábitos básicos para cuidar mejor de ti, para tener más energía, mejor humor, más concentración para acometer cualquier actividad u objetivo que necesite de tus plenas capacidades.
Si no los tienes introducidos en tu día a día te recomiendo que lo hagas, notarás los cambios en breve tiempo.
1. Duerme al menos 7 horas
Planifica cuidadosamente cuál será el ritual antes de dormir.
Si lo que haces es esperar a que te llegue el sueño, no lo estás haciendo bien.
El cuerpo si sigue recibiendo estímulos de su entorno se mantiene activo. Eso hace que te llegue el sueño cuando realmente estás agotada y no antes.
Para facilitar que duermas mínimo las 7 horas, apaga el televisor, desconéctate de internet, baja las luces, baja el tono de voz al menos 30 minutos antes de irte a la cama.
Esas señales ayudarán a tu cuerpo a relajarse y a conciliar el sueño más fácilmente.
Si tienes niños es crucial que les enseñes a mantener una rutina para que puedan dormir mejor y al día siguiente no estén muertos de sueños en clase. No dormir bien puede afectar en su nivel académico.
2. Come bien, come sano y en porciones pequeñas
Tú decides qué tipo de comida ingieres.
Así que tú misma puedes decidir qué alimentos quieres tener a disposición en casa.
Te recomiendo más verduras y frutas. Menos alimentos elaborados o congelados.
Es mejor que inviertas un poco más de tiempo en cocinar sano.
Al fin y al cabo es tu salud y si no te cuidas tú, no lo hará nadie. Invierte un poco más de tiempo en planificar qué tipo de comida quieres comer. Así evitarás enfermedades tan dolorosas como el cáncer.
De más está decirte que si tienes hijos a cargo la responsabilidad es doble, ya que sus hábitos alimenticios dependerá de lo que tú le enseñes. Ponte las pilas y aliméntales sanamente.
3. Bebe entre 2 y 6 litros de agua
Esa es la cantidad que recomiendan coaches como Brendon Burchard.
Si no estás habituada a beber comienza poco a poco. Reparte la ingesta de bebida durante todo el día y asegúrate de que tienes agua en todos los sitios donde estás.
Por ejemplo, ten agua en casa y en el trabajo. Así no tendrás que pasear la botella arriba y abajo.
Consolida este hábito «enganchándolo» con otro hábito que ya tienes consolidado. Bebe agua cada vez que paras para mirar la hora, mirar el móvil (qué seguro lo haces más de 10 veces al día 😉 ).
La idea es que una cosa te recuerde la otra. Acostumbra también a tus niños a beber agua frecuentemente.
4. Haz ejercicio al menos 3 veces por semana
Quizás uses la excusa de que no tienes tiempo, de que llegas cansada, de que no tienes con quien dejar a tus hijos. Busca estrategias, ayuda, maneras de cómo hacerlo en lugar de buscar quejas y excusas.
Cada vez que veo una madre con su ropa de deporte, empujando veloz el carrito de su niño la admiro por haber encontrado una manera de estar con su hijo y a la vez cuidar de si misma.
Si tienes hijos es un gran regalo al que le puedes sacar mucho provecho ya que a ellos les encanta salir, correr, jugar. Aprovecha la energía que tienen y contágiate de su vitalidad.
Haz excursiones, participa en maratones, llévale a jugar fútbol, voley, básquetbol, zumba…lo que se te ocurra pero muévete.
Hacer ejercicio te prevendrá de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Cada vez que haces ejercicio tu cerebro segrega endorfinas, el neurotransmisor de la felicidad.
A más endorfinas mayor capacidad de disfrute de la vida y mayor resistencia a la frustración.
A la larga acostumbrar a tus hijos a realizar algún deporte los mantendrá física y mentalmente activos por no decirte que los alejará de las drogas y de la delincuencia.
5. Medita de 10 a 20 minutos, 2 veces al día
Lo sé.
Si nunca has meditado puede que pienses que es una gran pérdida de tiempo invertir 40 minutos de tu día en meditar pudiendo hacer otras cosas en su lugar.
No obstante, déjame decirte que los resultados a mediano y largo plazo son espectaculares.
Meditar te ayuda a céntrate en el presente.
Te habitúa a vivir en el aquí y el ahora. No en el pasado, ni el futuro, ya que ambos tiempos no existen. Solo cuenta el ahora.
Además meditar te ayuda a habituar un estado de sosiego que no solo te acompañará en el momento de hacer la relajación sino que te será útil cuando tengas que hacer frente a situaciones estresantes.
Estudios neurocientíficos han comprobado que la meditación reduce el estrés, activa más neuronas aumentado así las conexiones neuronales y favoreciendo la creatividad, la empatía y la motivación.
Existen muchas maneras de meditar. Una es centrando tu atención en un objeto. Otra repitiendo una palabra o mantra significativo para ti. Puedes hacerlo con música o no. Depende de ti encontrar la mejor manera de disfrutar.
Si tienes hijos ayúdales a iniciar este hábito desde ya.
Al igual que nosotros ellos están bajo la influencia de esta sociedad de ritmo frenético.
Ellos necesitan momentos de tranquilidad. Necesitan aprender a apaciguar su mente y su cuerpo.
Si no se lo enseñas tú ¿quién lo hará?
6. Date crédito
Reconócete el trabajo que ya has hecho.
A veces la peor enemiga y la más despiadada es una misma.
No nos damos cuenta de lo mal que nos tratamos a nosotras mismas. De lo mal que nos hablamos.
Nos decimos cosas que en lugar de hacernos sentir bien nos hacen sentir fatal.
Pues te pido que pares. Que en lugar de mirar lo que No has hecho te fijes en lo que Has logrado hasta ahora.
¿Has sobrellevado algunas dificultades? ¡Felicidades!
¿Has salido adelante a pesar de los problemas? ¡Felicidades! Alégrate y celébralo. Reconócete el mérito.
7. Sé paciente contigo misma
Muchos de los hábitos que uno quiere introducir en su vida requieren tiempo. Y no todos necesitan lo mismo.
Cada persona tiene su propio ritmo.
Eso si asegúrate de estar avanzando, consolidando tus nuevos hábitos pero sin machacarte.
Los juicios que emitimos sobre nosotras mismas pueden llegar a ser armas letales que nos pueden dejar agonizando.
Tente paciencia, respeta tu ritmo.Que otros consiguen en un mes lo que tu en 6, no pasa nada.
Lo importante es que avances, que consolides y que disfrutes del camino.
Ahora es tu turno.
¿Qué hábitos te ayudan a mantenerte en forma y estar menos estresada?
¿Cómo mantienes un estado de ánimo idóneo y a partir de ahí ponerte a hacer todo lo que quieres?
¿Les enseñas a tus hijos estos u otros hábitos saludables?
¡Un abrazo enorme!
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