¿Qué es para ti vivir plenamente feliz? ¿Es tener un marido comprensivo y cariñoso? ¿Es tener unos hijos sanos e inteligentes? ¿Es tener la casa de tus sueños? ¿Todo a la vez?
Hay personas que llegan a tener alguna o todas esas cosas pero que sin embargo siguen sintiendo que en su vida falta algo.
Ya no se contenta tan fácilmente con tener al lado a esa persona con quien se casó tan enamorada. Sus niños ya no le despiertan ternura sino más bien se siente agobiada cuando está con ellos. Su casa que era en principio la que quería, ahora le parece vieja, pequeña y agobiante.
¿Qué es lo que ha pasado?
Puede que esté pasando por un momento de insatisfacción y quiera cambiar algunas cosas.
Hacer unos retoques aquí y allá para poder reconectar con su marido, para disfrutar de la compañía de sus hijos, para expresar su creatividad poniendo su casa más guapa y volver a enamorarse de ella.
O quizá no.
Quizá lo que quiere es cambiar radicalmente la manera en cómo se relaciona con su marido o quiera separarse.
Quizá quiere pasar más tiempo con sus hijos y trabajar menos para estar con ellos aunque eso suponga menos dinero.
Digo quizás porque realizar cualquier mejora requiere un cambio y los cambios asustan. Si algo funciona no queremos cambiarlo, aunque no funcione como queremos.
Buscamos un trabajo seguro para no cambiar de compañeros, para sentirnos seguros en lo que sabemos hacer, sin saber que con ello perdemos la adquisición de nuevas habilidades, de forjar nuevas amistades, de implicarnos en nuevos proyectos. O incluso de que nuestra vida de un giro positivo.
Somos así, animales de costumbres. Nos acostumbramos a lo bueno y a lo malo, y ahí está el problema.
Puede que pienses que ya tienes suficiente con tu trabajo, la casa y los niños como para embarcarte en un proceso de cambio que haga tambalear tu situación familiar. Quizá prefieres aguantar y rellenar con lo que sea ese vacío que sientes en el alma.
El cambio es el único camino hacia nuestros sueños.
Si no provocas esos cambios, o no aprovechas aquellas situaciones que te obligan a cambiar ( una ruptura con tu pareja, una mala relación con tus hijos o con tus compañeros de trabajo) te quedarás siempre en el mismo lugar.
Si actuamos siempre igual, obtendremos siempre los mismos resultados.
Los cambios son constantes e inevitables.
Un niño cuando es muy pequeño necesita más atención y cuidados.
A medida de que crezca, la relación entre madre e hijo debe cambiar. Las estrategias que servían cuando él tenía 2 años no servirán cuando tenga 12.
Si tratas a tu hijo como si fuera un niño pequeño siempre, le impides que desarrolle habilidades para que pueda valerse por sí mismo cuando lo necesite.
Puede que ese gesto para ti sea una muestra de atención y cariño pero ese mismo gesto es un obstáculo para tu hijo, para que adquiera responsabilidad, auto confianza y pueda desarrollar nuevas habilidades.
Nuestros hijos también necesitan aprovechar esas situaciones de cambio y entrenarse para poder enfrentarse a las diferentes circunstancias en la vida.
El cambio requiere una adaptación que conllevará pasar por un periodo que te obligará a auto evaluarte: ¿Soy capaz de hacer esto? ¿No? ¿Necesito ayuda? ¿Dónde puedo obtenerla? Evaluarte te ayudará a reconocer qué haces bien y en qué has de mejorar.
Si sientes que tu vida en general o tu relación con tus seres queridos necesita un cambio, hazlo. No aguantes porque así estás más cómoda.
Si ves que tu hijo no te hace caso, busca ayuda. No te autoengañes pensando que los niños de hoy son así.
Si tu hijo no confía en ti, no pases de él. Habla con él, acércate de diferentes maneras, busca ayuda.
¿Qué hacer si tienes miedo al cambio?
Muchas personas tenemos miedo a lo que pasará. Queremos saber si aquello que queremos hacer saldrá bien o no. Tenemos miedo a perder algo si cambiamos. Por ejemplo, si quieres seguir formándote pero a tu pareja no le parece buena idea, posiblemente tengas miedo a perder tu pareja. O tengas miedo a no poder dar la talla en los estudios que quieres continuar, es decir, que tengas miedo al proceso. O que incluso tengas miedo de que al acabar tu formación no te sirva de nada, es decir miedo a si al final valdrá la pena, miedo al resultado.
ESTRATEGIAS PARA SUPERAR EL MIEDO AL CAMBIO
1.Céntrate en todo lo que vas a ganar si haces un cambio en cualquier ámbito de tu vida (familiar, profesional, salud…).
2. Haz una lista de habilidades, aprendizajes y experiencia que obtendrás.
Continúa las siguientes frases:
- El mayor cambio que he estado resistiendo a causa de una expectativa de pérdida, proceso angustiante o final doloroso es…………………………………………
- Un cambio que quiero hacer en mi vida es………………………………………
¿Qué es lo que has estado intentando cambiar en el último año y aún no te atreves?
¿Qué pasaría si te atrevieses a cambiar?
¡Me encantará leerte en los comentarios!
Deja una respuesta