El concepto de coach viene del mundo deportivo. Un coach ayuda al deportista a desarrollar su máximo potencial tanto físico como psíquico.
Contrariamente a lo que se suele pensar, el mayor contrincante de cualquier deportista no son los otros deportistas que compiten por la medalla, sino él mismo. Es el propio deportista que durante su duro entrenamiento para llegar a desarrollar su máximo potencial ha de aprender a ser consciente y responsable de las capacidades que posee y reconocer sus puntos débiles para poder transformarlos en puntos fuertes. Es decir, ser capaz de relativizar sus fracasos y ver, con ayuda de su entrenador, desde fuera lo que por él mismo no es capaz de ver y aprender de sus errores.
Su entrenador, durante el proceso, reconoce las fortalezas y debilidades confiando plenamente en la capacidad del deportista para que éste pueda convertirse en la mejor versión de sí mismo. Este entrenamiento está pues lleno de desafíos pero a la vez lleno de determinación y motivación que permitirá al deportista alcanzar su máximo nivel.
El Coaching se ha extendido a otras áreas diferentes del mundo deportivo y se ha hecho un espacio y un nombre entre las profesiones de ayuda tales como la Psicología, el Psicoanálisis, la Psicoterapia, etc.
Sin embargo, el Coaching no es asesoramiento ni terapia ni psicoterapia ni psicoanálisis. Es una relación poderosa, entre dos personas, el coach y el cliente. El poder no está en el coach por sus conocimientos y experiencia, que si bien conoce diferentes técnicas y estrategias de ayuda, está al mismo nivel que el cliente. Así pues, ambos son esenciales como colaboradores activos mientras dure el proceso de Coaching. La sinergia entre ambas personas da lugar a una alianza que es creada expresamente por ambos para satisfacer las necesidades del cliente.
El papel del coach no es de un experto ni del cliente un aprendiz ya que desde el Coaching se considera que el cliente es una persona llena de recursos y que nadie mejor que ella conoce sus necesidades y como satisfacerlas recurriendo a sus propios recursos internos como la creatividad, la motivación intrínseca, su energía mental y física, su capacidad de observación y de aprendizaje y su determinación para introducir cambios en ciertas áreas de su vida que le permitan vivir una vida con mayor equilibrio y plenitud.
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