Qué hacer si tu hijo se porta mal en la calle. No sé tú, pero yo con mis hijas moría de vergüenza. Ojalá me hubiese tomado sus berrinches con la calma de hoy.
Me explico.
Me encanta salir con mis sobrinas. En una ocasión nos reunimos para ir a celebrar los 13 años de una de ellas. Cuando acabó todo y volvíamos a casa vi a una de las pequeñas muy, muy sería. Al principio supuse que su cambio de humor se debía a que había acabado la fiesta y ella tenia ganas de seguir jugando, que también.
Fui a su lado y le pregunté qué le pasaba. Al principio no quiso decirme nada. Yo le dije que si me lo decía a lo mejor podía ayudarle a buscar una solución a lo que le preocupaba.
Cuando se decidió a hablar me dijo que quería abrir los regalos de su prima y que no era justo que ella no tuviera regalos.
Reconozco que si la misma situación la hubiese vivido cuando tenía menos experiencia con los niños le hubiese respondido: ¡cómo vas abrir los regalos de otra persona, acaso es tu cumpleaños, no te conformas con venir a jugar y divertirte! Así de radical era yo.
¿Tú qué le hubieses dicho?
La empatía es una habilidad emocional esencial para convivir en familia.
La miré y le dije » Imagina que es tu cumpleaños y que te traen muchos regalos. Tú estás contenta porque te hace mucha ilusión abrir tus regalos. ¿Cómo te sentirías si viene tu prima y te dice que ella abrirá tus regalos? Se quedó pensando un momento y me contestó que se sentiría mal ya que los regalos eran suyos. Entonces le pregunté ¿ Cómo crees que se sentirá tu prima al saber que quieres abrir sus regalos? Mal – me contestó. Y seguidamente me dijo ¿ puedo ayudarle a abrir sus regalos? No lo sé – le dije. Pregúntale a tu prima si ella dice que sí. Corrió a preguntarle a su prima y ella le dejó abrir un regalo.
Al verla de lejos mirando con curiosidad cada regalo que abría su prima con el semblante sonriente pensé en situaciones similares donde el final fue totalmente diferente. Yo chillando y mis hijas enfurecidas o a veces llorando. Mal muy mal. Mucha voluntad pero poca experiencia y casi nada de preparación como madre. Pero la vida es un proceso y de tus errores aprendes. Y por supuesto, voluntad de querer aprender cómo ser una mejor madre.
Una simple conversación puede ser una oportunidad para enseñarle a tu hijo la empatía o convertirse en toda una escena de recriminaciones, malas caras, rabia, impotencia y culpabilidad.
¿ Cómo afrontas tú este tipo de situaciones? ¿ Cómo le ayudas a tu hijo a desarrollar su empatía?
Te leo en los comentarios. Escribe aquí abajo. A mayores experiencias compartidas mejores madres seremos.
¡Te deseo un lindo día!
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