Todavía existe una creencia muy arraigada en nuestra sociedad en lo que respecta a la educación de los hijos: que una paliza a tiempo quita muchas tonterías. Algunas personas incluso justifican esas agresiones presentándose como pruebas vivientes asegurando que gracias a la mano dura de sus padres son personas que saben respetar.
¿Pero qué pasa realmente si un niño es golpeado por personas que se supone tienen que cuidar de él?
Hoy te presento a 5 expertos en crianza y educación respetuosa que nos explican cuáles son las consecuencias de pegar a tu hijo.
Te recomiendo que visites sus webs y los sigas ya que encontrarás información útil para criar y educar hijos sin tener que recurrir a la agresión física ni verbal.
Empezamos.
Álvaro Bilbao
Es neuropsicólogo, psicoterapeuta y padre de tres hijos maravillosos. Su formación en el cuidado del cerebro tiene un largo recorrido. Es doctor en Psicología de la Salud por la Universidad de Deusto después de haberse formado como neuropsicólogo en el Hospital Johns Hopkins, el Instituto Kennedy Krieger en Baltimore, y el Royal Hospital for Neurodisability en Londres. Ha colaborado también la Organización Mundial de la Salud.
Esta es su web www.elcerebrodelniño.com
Y respecto a la creencia de que pegar ayuda a que tu hijo te respete y te obedezca nos dice lo siguiente:
Muchos padres siguen arraigados en la creencia de que una bofetada a tiempo previene muchos problemas.
Sin embargo, los estudios científicos que tenemos a nuestra disposición dicen que no es así.
El niño que es abofeteado, aunque sea ocasionalmente vive la autoridad con sentimientos de culpa y amenaza en lugar de sentimiento de respeto.
El niño necesita respetar límites, sí, sin lugar a dudas, son importantísimos; pero el respeto se consigue con firmeza, calma y respeto; no con bofetones.
Este es uno de sus artículos que te recomiendo leer:
Qué puedo hacer si mi hijo de 3 años grita como una chica
Izaskun Valencia
Es psicopedagoga, educadora social, experta en psicología infantil, juvenil y salud mental. Lleva aproximadamente quince años trabajando en el ámbito de la infancia, tanto con niños desfavorecidos como de contextos normalizados.
Esta es su web www.educacion-emocional.es
Y respecto a la creencia de que pegar ayuda a que tu hijo te respete y te obedezca nos dice lo siguiente:
Una paliza es una agresión que deja huella en su bienestar emocional y que no es adecuado transmitir que las dificultades se solucionan utilizando la violencia.
Lo positivo es enseñarles que quien te quiere te debe respetar y no agredir. Se daña a los niños cuando quien más debe protegerte es quien más daño te hace.
Un maltrato nunca tiene justificación y quien lo utiliza es porque se ha quedado sin estrategias y tiene una regulación emocional que puede mejorar.
Afortunadamente, muchas de las habilidades parentales se pueden trabajar y reparar por lo que una persona que agrede, puede buscar ayuda para resolver las dificultades de una forma emocionalmente sana para sus hijos.
Aquí te dejo un artículo suyo que no te puedes perder: Qué enseña un cachete
Francisco Goméz de San Miguel
Es docente, sus pasiones son la terapia Gestalt, la educación y la música. A las tres dedica toda su energía y entusiasmo. Imparte talleres de desarrollo personal a niños, adolescentes y adultos.
Esta es su web Educar con éxito.
Y respecto a la creencia de que pegar ayuda a que tu hijo te respete y te obedezca nos dice lo siguiente:
Así consiguen sólo obediencia instantánea y que los niños hagan las cosas a escondidas.
Un niño amenazado y/o agredido no deja de hacer lo que necesita, sólo disimula, y la relación padres hijos se basa en mentiras.
Un padre puede decir que quiere a su hijo, pero si le anda pegando, este no puede sentir. El amor lo recibimos a través de actos, no de palabras.
Un niño agredido se oculta y manipula para protegerse y el adulto sólo llega a conocer lo que aquél se atreve a revelarle».
Te recomiendo este artículo: Por qué pierdo la paciencia
Pilar López
Es Psicopedagoga, especializada en Salud Mental y máster en Programación Neurolingüística. Tiene mucha experiencia de educación en contextos de riesgo: presos, jóvenes en riesgo de exclusión social y menores en protección. Trabajó como profesora asociada en la universidad impartiendo diferentes asignaturas de los grados de Educación Primaria y de Educación Infantil, así como del máster de Profesorado de Secundaria en la Universidad de Zaragoza.
Esta es su web: www.bienpensar.com
Ante la pregunta: ¿Qué les dirías a los padres que piensan que una paliza a tiempo a sus hijos les quita las tonterías de una vez? Nos dice lo siguiente:
Una paliza nunca puede ser educativa, si tenemos en cuenta que la educación emocional siempre va ligada al afecto y cuando se golpea a un hijo, no hay visos de cariño por ningún lado.
Soy más fan de dar palizas verbales, también conocidas como «dar la chapa». Hablar mucho con los hijos cuando lo pidan y cuando no, escucharles de forma activa y respetuosa y tratar de modificar sus conductas pasando tiempo con ellos, observándolos y dando ejemplo.
Este es uno de sus artículos que te recomiendo: Me preocupa que mi hijo de dos años esté mintiendo
Jaume Roset, Andrea Zambrano, Mª Angeles Jové, Vanessa López y Mar Milán
Conforman el gran equipo de coaches certificados por The Coaching Training Institut (CTI). Juntos fundaron AEIOU Coaching e imparten formación a alumnos, padres y docentes sobre educación emocional.
Puedes visitar su web aqui: www.coachingpadresaeiou.com
Al consultarles qué les dirían a los padres que pegan a sus hijos para enseñarles a obedecer y a respetar, nos dicen lo siguiente:
En realidad ¿qué queremos para nuestros hijos? ¿que nos tengan miedo y, en consecuencia, nos hagan caso? ¿o que respeten lo que decimos porque confían en nosotros?
No confundamos miedo con respeto, son cosas muy diferentes y nos llevan a sitios muy diferentes también.
Si realmente queremos influir en nuestros hijos de una forma POSITIVA es fundamental ganarse su confianza.
Para ello, la inteligencia emocional lo es todo.
Te recomiendo este post Las palabras No se las lleva el viento.
Ahora te toca opinar a ti.
¿Qué es lo que más te cuesta en respecto la educación de tus hijos?
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