Criar y educar hijos inteligentes, emocionalmente inteligentes, requiere más que solo proveerles de techo, comida y estudios. Es nuestra obligación como madres darles las mínimas condiciones para que puedan crecer sanos, que aprendan lo necesario para que puedan salir adelante en su vida adulta, pero no es suficiente.
Nuestros hijos necesitan sentirse queridos. Sentir que forman parte de algo. Que pertenecen a un grupo: su familia.
Si una familia trata mal a sus hijos, crecerán con dificultades de socialización.
Hay muchas cosas importantes en la infancia de tu hijo pero sin duda que aprenda a relacionarse con otras personas es clave. Lo que Goleman llama Inteligencia Interpersonal. Esa habilidad para caer bien a las personas. Esa habilidad para influir positivamente en la vida de los demás. Esa habilidad para saber en qué momentos actuar y cómo, teniendo en cuenta la situación de los demás. Saber relacionarse con los demás desde la empatía. Estar dispuestos a escuchar y considerar a los demás.
La infancia es una etapa crucial para que le ayudes y enseñes a tu hijo a cómo desarrollar esta habilidad.
Hoy aprenderás a cómo sentar las bases para que tus hijos sean emocionalmente inteligentes.
Sigue leyendo.
EL SECRETO PARA CRIAR HIJOS INTELIGENTES
1. SENTIRSE PARTE DE UN GRUPO ES ESENCIAL PARA TU HIJO
Como te decía una buena socialización es esencial para el desarrollo sano de tu hijo. Tener unos padres que le trasmitan confianza y seguridad hará que pueda relacionarse con otras personas sin dificultad. Sin temor. Sin desconfianza.
Con pena algunas veces he visto como algunos padres educan a sus hijos desde el miedo, para tenerlos controlados y quietos. ‘No vayas por ahí que hay un loco y te llevará.’ ‘Hay un monstruo debajo de la cama, si bajas te comerá.’ ‘¡Cállate!, a los niños que hablan mucho se les cae la lengua’, etcétera.
Para los adultos puede ser gracioso ver cómo reaccionan sus hijos a estas mentiras. Porque eso es lo que son, mentiras.
Cosas así de tontas pueden minar el sentimiento de autoconfianza y seguridad de tus hijos. Pueden sentirse inseguros en su propia familia.
2. SÉ FIRME, NO AUTORITARIA, PERO SOBRE TODO DALE MUCHO AMOR (palabras bonitas, abrazos, caricias…) NO COSAS MATERIALES
Tener unos padres autoritarios, casi dictadores, perjudica también a su habilidad para socializarse. Padres que llaman la atención a sus hijos por todo y nada. Si hace algo, por qué lo ha hecho. Si no lo ha hecho, por qué no.
Para un niño vivir en una eterna incertidumbre. No saber qué se le pide, qué está bien, qué está mal le crea tal caos que aumenta su inseguridad.
Un niño inseguro de sí mismo tiene dificultades para relacionarse con otros niños, incluso con los adultos. Se puede ver claramente en aquellos niños que no quieren alejarse de los adultos y prefieren estar enganchados a la falda de mamá o papá. O todo lo contrario, no quieren que ningún adulto se le acerque. Ambos comportamientos nos están avisando de que su proceso de socialización no es correcto.
¿Cómo podemos transmitirles seguridad?
Si tienen a su lado a alguien que les apoya y les guía querrán explorar más. Aprender más. Arriesgarse más. Ser independientes.
Si por el contrario, cuando ves que tu hijo hace mal las cosas, comete travesuras, se cae (pese a tus advertencias) y tú le regañas, se sentirá inseguro.
Lo que conseguirás es que haga las cosas a escondidas, para no arriesgarse a que le llames la atención.
Espero que te estés preguntando : ¿entonces qué hago? ¿le dejo que haga lo que quiere? ¿que experimente? ¿que se haga daño?
No.
Has de encontrar un término medio.
Tú y yo hemos visto alguna vez a esas madres o padres diciendo a sus hijos: ‘¡Eso no, no se hace! ¡Deja eso, es caca!’ Sin darles una explicación. Sin decirles cuál es la forma correcta de hacer tal o cual cosa.
No cometas ese error. Dile lo que no debe hacer y después explícale cómo hacerlo.
Pero vamos a ver paso a paso cuáles son las etapas por las que pasará tu niño desde que nace hasta los 5 años para que sepas cómo ayudarle. Para que sepas si todo va bien o necesitas poner más atención y cuidado en ciertos aspectos.
LOS 5 MOMENTOS MÁS IMPORTANTES EN LA INFANCIA DE TUS HIJOS
Según Rygard un niño desde el embarazo hasta los 5 años pasa por 5 momentos clave. Cada uno relacionado con el anterior.
Como madres necesitaremos adaptar nuestros cuidados y la manera de relacionarnos con ellos según la edad y el momento en el que estén.
Que tengan una edad, no quiere decir que estén en el momento que le corresponde. Por ejemplo, un niño de 4 años puede estar en una fase que corresponde a un niño de 2 años. Tener un retraso madurativo, que es como se denomina.
Eso debe llamarnos la atención ya que nos indica que su desarrollo a nivel emocional y psicológico va por debajo de la normalidad.
Rygard identificó cinco fases. Hoy te hablaré de las tres primeras.
Fase I: autoorganización física
Ocurre durante el embarazo hasta el año o año y medio.
Si cuidas del proceso de gestación de tu hijo cuidando tu salud, tu alimentación, tu descanso, etcétera, facilitarás a que tu hijo estabilice sus esquemas físicos: ondas cerebrales, estado de despierto y dormido, nivel de excitación, atención, respiración, etcétera.
Si no te cuidas en esta fase puede que tu bebé sea vea afectado en su desarrollo normal, sobre todo a nivel psicológico-emocional.
Una vez tu bebé ha nacido debes atenderle. Pasar tiempo con él. Cogerle en brazos. Hablarle. Cantarle. Mirarle. Jugar con él. Interactuar y mucho.
Contrariamente a lo que se recomendaba hace años, debes atender a tu hijo sin seguir ningún horario. Sé que es duro y dificil porque los primeros meses descansarás poco. Pero es lo más adecuado para su desarrollo normal. Para ellos es más duro tener que adaptarse a su nuevo mundo que tú a sus necesidades, sus ritmos y tiempos.
Estudios recientes demuestran que los niños que no son atendidos quedan afectados a nivel emocional y psicológico. Durante su vida pueden padecer trastornos alimentarios (anorexia, bulimia); trastornos del sueño (insomnio, hipersomnia); mayor sensibilidad a las infecciones; retrasos de crecimiento; y retraso en el desarrollo psíquico.
Esta idea de obligar al recién nacido a adaptarse a los horarios de su familia ha sido difundida por el Sr. Estivill hace casi 20 años. Si bien esta manera de criar a los hijos existía ya hace muchos años, fue él a través de sus libros que dio un falso criterio médico recomendando dejar llorar al niño para que aprenda a comportarse, para que se acostumbre a tomar pecho durante los estrictos horarios que le imponía su madre. Para que aprenda que no estamos a su servicio cuando le dé la gana. Así pronto dejará de molestarnos.
Este señor no sabe ( o sí) cuanto daño ha hecho a toda una generación.
Las consecuencias de este método se ven en los adolescentes y adultos de esta generación, muchos con problemas de depresión y ansiedad.
Por favor, si tienes hijos pequeños no pases por alto esta información. No dejes de atender a tu niño. No tomes su llanto como algo sin sentido. Es la única manera que tiene de comunicar que necesita tu atención, cuidados, mimos, cariño, presencia, contacto. ¿Cómo si no te lo va a hacer saber?
Necesita tu mirada, escuchar tu voz, sentir tus caricias, disfrutar de los momentos de juegos, de ser consolados cuando tienen miedo o están tristes.
Esta era, en la que vivimos rodeados de tecnología, está dificultando la cantidad y calidad de tiempo que les dedicamos a nuestros hijos. Ya no es que tengas que trabajar y por eso no puedas dedicarle tiempo.
No sé si tú ves a diario madres que están más pendientes de sus teléfonos móviles que de sus hijos. Ya casi no interactúan. La madre está en su mundo y el niño en el suyo. Cada uno con su dispositivo. Cada uno desconectado de su alrededor.
¿Cómo aprenderá este niño a socializarse? ¿Se sentirá cómodo cuando mire a los ojos a los demás? ¿Cómo hablará sin sentirse cohibido?
Cuando veo una madre hablándole a su hijo, pendiente de él, me alegro por ese niño porque su madre está ayudándole a pasar por esta fase en la que el contacto con los padres es esencial.
Si quieres que tu hijo crezca sano a nivel psicológico y emocional sigue las pautas que te he descrito.
Si no lo haces no pasará nada de momento, los problemas se manifiestan después; a partir de los 3 años y sobre todo en la adolescencia y en la vida adulta.
Fase II: organización sensorial
A los 6 meses, poco a poco, es capaz de dirigir su atención, su concentración, su percepción.
El ambiente que le rodea es algo a descubrir y a la vez algo que le genera incertidumbre. No sabe qué puede esperar.
Por eso necesita que tú le digas qué pasará, qué haréis, dónde iréis, quién viene, etcétera.
Cuanta mayor información menor sensación de incertidumbre tendrá tu niño.
Si le falta este apoyo puede experimentar ansiedad, cosa que dificultará el desarrollo de su permanencia sensorial. Es decir, el uso de los sentidos de la vista, oido, olfato, gusto, tacto como vías por las que obtiene información de su entorno.
María tiene 6 meses. Balbucea y agita las manos cuando escucha el timbre. Es papá – le dice su mami. Ha ido a trabajar y ahora está en la puerta esperando a que le abramos. Son las 6 y como sabes él llega casi siempre a esta hora. Vamos a abrirle la puerta.
Pensarás ¡pero solo tiene 6 meses! Es uno de los errores que cometemos. Hablar lo mínimo a nuestros hijos pensando que no nos entienden. Cuando es al revés. Cuanta mayor información mayor comprensión tendrá de lo que pasa a su alrededor y de lo que le espera.
Los niños que viven en familias donde no existe una regularidad, una rutina (el padre aparece algunas veces, no interactúa con el niño, otras veces sí; algunas veces está borracho, otras parece ser amable y agradable, etcétera) se ponen ansiosos y nerviosos por la incertidumbre de no saber qué pasará.
Recuerda:
- Anticipar situaciones
- Hablarle sobre los hábitos y rutinas que existen en casa
Fase III: organización sensomotriz
Hasta este momento el niño – aproximadamente a los 2 años- sabe que existe un entorno que cambia pero que algunas cosas permanecen (rutinas diarias).
Sabe que existen personas que le quieren y que le estimulan a que explore su entorno guiándoles con cariño y paciencia.
Gran parte de la información que sabe, proviene de lo que los adultos le dicen.
En esta fase el niño se da cuenta de que él también influye en el entorno.
Integra poco a poco su esquema sensorial y motriz a medida que juega, ojea un cuento, escucha historias, explora.
Recuerda:
- Sé amable, cariñosa y firme para que vaya aprendiendo qué cosas puede hacer y qué no.
- Se comprensiva con sus actos ya que es una edad donde experimentará mucho a base de ensayo-error. Eso puede provocar pequeños accidentes. No le castigues. Explícale por qué no puede hacerlo. Explícale cómo puede hacerlo. Explícale en qué edad puede hacerlo. Enséñale a pedir ayuda para poder hacerlo.
Como ves no hay grandes secretos para criar un hijo sano e inteligente. Es tu trabajo del día a dia. Es tu capacidad de empatía. El tiempo que le dedicas. La manera en cómo conectas con él a través de tu mirada. Como le hablas. Como estableces un vinculo afectivo que será la base de una relación sana entre tú y tu hijo.
Y como siempre te invito a comentar. A expresar tus dudas, sugerencias; por si quieres que profundice en el tema de la educación emocional de niños de 0 a 2 años.
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¡Que tengas un feliz día!
Buenas tardes, mi bb tiene 15 meses, aunque le explique siempre las cosas me pega y me tira los anteojos, pelos y demás y sigue haciéndolo, no se que hacer, también cuando le digo a algo que no se frustra y llora y encapricha mal, por momentos no se como reaccionar, aguardo respuesta, gracias!
¡Hola Lucia!
Gracias por tu confianza.
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En cuanto posea más información, te daré una explicación de qué puede estar pasando y las recomendaciones más adecuadas a tu caso.
¡Ánimos!
Un abrazo 🙂