Me llamo Ruth Zarco, nací en Bolivia y vivo, por ahora, en Barcelona hace más de 15 años.
Como ves, tengo el corazón dividido, amo el mar de Barcelona y el volcán apagado con nieves eternas de mi querida La Paz. Ambas formar parte de mí, de quién soy ahora.
Pero a parte de ser madre, durante los primeros años en Barcelona, me formé como Docente e hice un Máster en Psicopedagogía en la Universidad de Barcelona y otras formaciones relacionadas con la Psicoterapia, Inteligencia Emocional y Coaching Educativo.
Pero nada de eso tiene valor si nunca hubiese puesto en práctica lo que estudié. Si no hubiese experimentado en carne propia lo difícil y gratificante que es ser madre. Y que viva donde viva mi familia puede crecer sana y feliz.
Aún después de tantos años de vivir lejos de mi tierra me sigue doliendo no poder estar en ella, pero he aprendido a vivir en el presente, a agradecer lo que tengo en lugar de sufrir por lo que no tengo, a reconocer que la carga emocional que llevo es grande y saber cómo gestionarla para manejar mejor las situaciones estresantes, los conflictos, las decepciones y por supuesto conseguir poco a poco cumplir mis sueños y metas postergadas.
No me considero experta, más bien una gran aprendiz. Me gusta tener los ojos y la mente abierta. Seguir aprendiendo, investigando, probando. Sumando.
Todo lo que sé sobre educar desde el amor y el respeto lo he aprendido gracias a mis dos grandes maestras: mis hijas Michelle y Nicole; y mi experiencia trabajando en la escuela, con madres y familias.
Las experiencias vividas con todos ellos son mi inspiración para compartir lo que sé en este sitio de ayuda para madres que quieren ayudar a sus hijos a desarrollar al máximo su potencial. Como decimos, que sean personas de bien.
He aprendido tanto y he cometido tantos errores que quiero compartir contigo lo que sé para que no cometas los mismos errores que yo.
Que mientras estén a tu lado, seas una influencia muy positiva en sus vidas para que puedan desarrollar al máximo su potencial, tanto a nivel emocional como intelectual.Quiero que tú puedas llegar a sentir esa tranquilidad que te da el saber que has hecho todo lo que estaba en tus manos para que tus hijos estén preparados para vivir una vida plena y feliz en cualquier parte del mundo.
Que no te dé ahora por pensar que en mi casa todo es color de rosa. No todo es paz y armonía al estilo Casa de la Pradera o la Familia Ingalls, ¿te acuerdas? En casa, de vez en cuando, seguimos teniendo conflictos. Cualquiera de nosotros puede tener un mal día, incluso la optimista Ruth.
¿Pero sabes lo que nos diferencia?
Que nos enfocamos en buscar una solución a nuestras diferencias, dejando de lado el rencor y el resentimiento. Unas veces lo arreglamos con un abrazo sincero. No es fácil sacarse de encima ese orgullo que no sirve más que para alejar a tus hijos. Otras veces lo solucionamos con una disculpa expresada con valentía. No todo el mundo tiene el coraje de decir lo siento, me equivoqué, perdóname.
Aunque educar desde el amor y el respeto parece que está enfocado a ayudar a los hijos, mi experiencia corrobora todo lo contrario.
Algunas de las situaciones angustiosas y estresantes que he vivido en el proceso de educación de mis hijas me las he buscado yo misma. Me las he ganado a pulso yo solita.
Me costó lo suyo aprender a reconocer mis errores. A aceptar que mis hijas tienen derecho a tener sus propios sueños. A gestionar mis emociones y enfadarme, como dice Daniel Goleman, en el momento e intensidad adecuados. Sin intimidar, sin humillar. A aceptar que necesitan un ejemplo a imitar, un referente a seguir y yo, durante gran parte de su infancia, no fui consciente de ello. Es más, dejé pasar tantas oportunidades para ayudar a mis hijas a desarrollar al máximo su potencial que quiero, sinceramente, que tú puedas ayudar a tus hijos.
¿Vale la pena construir una buena relación con tus hijos?
Por supuestísimo que sí. Una buena relación familiar les alejará de las malas influencias, de las malas decisiones y les dará la confianza necesaria para perseguir sus sueños con coraje e ilusión.
¿Vale la pena ayudarles a desarrollar su Inteligencia Emocional?
Absolutamente sí.
Mi gran sueño es ayudar a mejorar el mundo en el que vivimos educando, en mi caso, a dos personas ambiciosas pero no avariciosas, emprendedoras pero no explotadoras, libres pero no libertinas, empáticas pero no sufridoras, responsables más que culpables.
Tú también puedes mejorar tu familia y este mundo educando a tus hijos desde el amor y el respeto, ayudándoles a alcanzar su máximo potencial.
Espero poder contar contigo.
Haz que tu lucha por darles un futuro mejor a tus hijos valga la pena.
Si tú estás bien, tu familia también.
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Por si te has quedado con ganas de saber más de mí, comparto contigo detalles de mi vida que quizá tenemos en común.
10 curiosidades sobre mí
1. La vida al revés
La vida me obsequió una preciosa niña a mis 18 años y otra a los 24 años. Cosas de la vida, mientras mis compañeras estaban en la universidad yo estaba cambiando pañales. Si te pasa algo parecido que sepas que el orden no altera el resultado final de lo que quieres en la vida. Disfruta de tu maternidad y ya harás las cosas que has dejado pendiente.
2. Mi primer proyecto
Mi alma inquieta pudo conmigo y junto a mi pareja creamos nuestra primera empresa a los 20 años. A los 28 cerramos y emigramos. La crisis del 2002 nos afectó, pero también nuestra falta de experiencia financiera y previsión. Para qué me voy a engañar. Resultado: aprendí mucho, crecí como persona, tuve la oportunidad de convivir con otras culturas. No hay mal que por bien no venga ;).
3. Nunca es tarde para volver a empezar
Me reinventé a los 32 años. El mundo al revés. Mientras mis amigas cambiaban pañales, yo estudiaba en la universidad. Uno de mis sueños hecho realidad. Ahora estoy concentrada en cumplir mis otros sueños. Y de verdad nunca nunca es tarde, así que échale ganas para hacer realidad tus sueños.
4. Bueno o malo ya se verá
Soy de corazón inquieto y llevo grabado a fuego en mis recuerdos las tardes en las que solía salir a vender con mi abuela. Veo oportunidades de negocios por todos los lados. Mi pareja dice que él me hace de contención, que si no fuera por él yo ya estaría metida en más de un lío. No sé si eso es bueno o malo ¿Tú que piensas?
5. Lo mejor de este mundo son las personas
Adoro a los niños. Me encanta su inocencia, su curiosidad, su capacidad de sorprenderse por pequeñas cosas, por perdonar y olvidar. Cuántas cosas hemos olvidado en el camino ¿no crees?
6. Cosas de las que me enamoré siendo niña
Me encanta el básquet y el voleibol. Bastó con ser parte del equipo de mi colegio una temporada para que hoy en día tenga las fuerzas necesarias para levantarme muy temprano a correr por la playa de la Vila Olímpica, darme un chapuzón y jugar vóley con mi familia, de vez en cuando. Un planazo para mí sería invitarme a jugar. Por cierto, aprendí a nadar hace poco, a los 44 años, con ayuda de mis hijas ;-). Nunca, nunca es tarde para cumplir tus sueños.
7. Comencé a leer vorazmente por pura curiosidad, para saber qué se sentía
Me encanta leer. Esto lo copié de mi madre. Tengo grabada en mi mente su figura estirada en la cama leyendo como si no hubiera mañana. Me preguntaba ¿qué podía ser tan interesante? Mis lecturas favoritas son libros de psicología, filosofía, coaching, economía social, antropología, biografías y libros de crecimiento personal.También me lo paso genial leyendo cuentos a mis niños.
8. Una peli, palomitas y una mantita son suficientes para ser feliz
Me encanta el cine, sobre todo películas basadas en hechos reales y en versión original.También me encanta ver documentales o pelis sentadita en el sofá acompañada de mi familia. El teatro también me cautiva, sobre todo los musicales. Me la paso llorando 🙂
9. Me cuesta no ser mami Alfa
Me gusta sentir que tengo las cosas bajo control. Soy de las típicas mamás que antes de ir de viaje se ha leído más de un par de blogs y guías de viaje para ir a lo seguro, aunque luego olvido todo y me voy a la aventura. Soy mami de listas y agendas.
10. Elijo ver los problemas como oportunidades; una vez que se me ha pasado el momento de agobio y descontrol
Soy optimista de corazón. Creo que tener una actitud positiva te ayuda a allanar el terreno para que logres lo que tú quieras. Cuando algo me decepciona me siento agobiada pero me digo a mí misma que así no conseguiré cambiar las cosas y se me pasa ;).
¿Qué deseas?
¿Relacionarte mejor con tus hijos?
¿Educarles sin amenazas, ni gritos ni dramas?
¿Educarles con amor y respeto?
¿Ayudarles a ser personas emocionalmente inteligentes?
¿Que sean felices?
¿Ser mejor madre?
Cuéntamelo.
Me encantará saber qué deseas para tus hijos y qué deseas para ti. A lo mejor puedo ayudarte.
En fin, ¿todavía quieres saber más cosas sobre mí? ¿Quieres hablar conmigo? ¿Quieres hacerme una consulta? Solo tienes que rellenar este formulario o bien seguirme a través de Facebook.
Y por supuesto, visítame cuando tú quieras. Estaré encantada de verte por aquí.
Por favor, déjame un comentario para saber qué impresión te he causado y cuéntame 10 cosas sobre ti.
¡Un abrazo enorme!
Y recuerda…
Si tú estás bien, tu familia también.